La Virgen de Consolación es una dolorosa de candelero para vestir en madera de cedro policromada al óleo, de tamaño natural (mide 167 cm de altura), tallada por Alfonso Castellano Tamarit para una colección particular del barrio gaditano del Pópulo. Ha sido ataviada para el reportaje por el vestidor Francisco Mira con ropajes pertenecientes al ajuar de la Virgen de los Desamparados, titular de la hermandad cordobesa de las Penas de Santiago. Por petición expresa posee los ojos verdes y la afligida mirada elevada al cielo.

El Cristo, con la advocación de Nuestro Padre Jesús Cautivo del Amor, ha sido realizado también para una colección privada, en este caso de la localidad de Linares (Jaén). Formará pareja con una Virgen dolorosa de tamaño natural del artista malagueño Israel Cornejo. La cabeza, manos y pies del Cristo son de madera de cedro real, y el cuerpo de pino finlandés. Mide 185 cm de altura (192 con la base). Lleva túnica de Francisco Mira y potencias en metal dorado del orfebre Jesús de Julián. La imagen representa el inicio de la resignada andadura de Jesús tras su prendimiento hacia el palacio del sumo sacerdote.

Ambas efigies estarán expuestas del 7 al 12 de septiembre en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Aurora (Plaza Mahatma Gandhi, s/n) del barrio cordobés de Fátima, en horario de 19:30 a 21:00 horas.