VALLE RE

Maria Laura Previdi. Fotografías de Luca De Milito Mesagne (20/02/2025)


 

 

La nueva obra ideada por la italiana Maria Laura Previdi se titula VALLE RE (Valle del Rey) y está basada en las teorías del suizo Hans Urs Von Balthasar (1905-1988), quien presentó la llamada "estética teológica", o la sublime contemplación de la Gloria de Dios, como un camino de regreso necesario para el recto teologizar. Fue este método el ejercicio teológico propio de los apóstoles, padres apostólicos y padres de la Iglesia, que partía del encuentro con la "automostración" gloriosa de Dios en Jesús el Cristo y era tan fuerte que extasiaba el ser humano hasta enamorarlo; por esta razón, y en obediencia absoluta al mismo Jesús maestro, se suscitaba en "el encontrado" el movimiento de manifestar tal gloria percibida a los demás mediante la predicación y el testimonio de vida.

La doctrina de Balthasar, enlazada con el "kabod" (término que significa gloria o esplendor) del Antiguo Testamento, se representan en esta escultura que muestra el triunfo de Jesús en la cruz de forma opulenta y exuberante. Realizada en técnicas mixtas de silicona, posteriormente policromada, establece un diálogo entre el agudo lenguaje hiperrealista contemporáneo, los rasgos estilísticos del más suntuoso barroquismo teatral y flamígero, el audaz barroco postridentino, la imaginería de la Península Ibérica, el arte de Alessandro Algardi y cierta tradición decimonónica, de forma que la figura de Cristo sigue palpitando de vida, pero en lugar de sangre fluye oro, convirtiéndose el charco de sangre en un arroyo dorado que resbala de cada herida. Asimismo, las gotas de sangre divina se convierten en profusión de rubíes, las lágrimas y el sudor se vuelven brillantes, el polvo dorado sustituye a la tierra judía seca y dura, y las piedras preciosas brotan de cada afrenta a la que ha sido sometido su cuerpo, divino y humano a la vez.

El triunfo y la majestad se reflejan también en el lujo y opulencia de las ricas prendas de seda que lo cubren, en el brillo de las piedras y las gemas engarzadas en los tejidos y en la cruz, o en la suntuosa mitra real que sustituye a la corona de espinas, subrayando así la majestad del redentor e incluso llegando a simbolizar una eclesiología triunfante. A pesar de lo anterior, a las premisas reales y las promesas del valor trascendental eterno, inmutable e incorruptible de la belleza de Dios, se oponen la pobreza de la madera áspera de la cruz, las pocas gotas de sangre que simbolizan su sufrimiento y muerte, los clavos oxidados y la vaga expresividad del sufrimiento contrito, señales todas que proyectan también la hipóstasis de la Belleza sin mediación hacia la finitud de lo corruptible y el apocalipsis de la muerte.

Para la ejecución de esta obra, Previdi ha contado con la colaboración del Laboratorio Magrì Mesagne, Adriana Merciadri y Giovanna Canova (textiles), Camattini Parma (guarnición), Alessandro Mora (carpintería), Mgm Parma (estructuras portantes) y Luca De Milito Mesagne (documentación fotográfica).

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

FUENTES

FAJARDO PEDROZA, Camilo Andrés. La teología estética de Hans Urs Von Balthasar : aportes para una reflexión y caracterización de la pedagogía de Jesús en el ser del discípulo-maestro (TFG), Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2012, p. 4.

 

Volver         Principal

www.lahornacina.com