La escultora utrerana Encarnación Hurtado Molina ha restaurado un Niño Jesús anónimo del siglo XVIII, perteneciente a una colección particular de Málaga. A la pieza le faltaba el brazo izquierdo y varios dedos de la mano izquierda; tenía el pie derecho dañado, despegado y sujeto a la peana por una puntilla, y presentaba una hechura poco acertada de los dedos del pie izquierdo. A ello hay que sumar grietas, desconchones y faltas, así como varias policromías en mal estado con desprendimientos.

La restauración ha consistido, por un lado, en la fijación del color, eliminación de repintes y recuperación de una policromía basada en otra más antigua que también mostraba perdidas y diferencias cromáticas. Por otro lado, se han reconstruido los dedos del pie derecho, los de la mano izquierda y el brazo perdido, todo ello en madera tallada; se han fortalecido los ensambles, inyectando cola y rellenando todas las lagunas; se ha arreglado la peana, cuyos ensambles se encontraban despegados, y se han realizado nuevos atributos (la cruz y los tres clavos que aluden al carácter pasionario de este simulacro infantil), también en madera.