OBRAS ATRIBUIBLES AL ESCULTOR ALONSO MARTÍNEZ EN ZAFRA Y NOGALES

Pedro Castellanos (03/03/2025)


 

 

El II duque de Feria, el poderoso Lorenzo Suárez de Figueroa y Córdoba solicitó al papa Paulo V elevar la parroquia de la Candelaria de Zafra a rango de colegiata. No se pudo realizar hasta 1612, no sin la fuerte oposición del cabildo catedralicio de Badajoz. A raíz de esta declaración se inicia una transformación del templo y una gran actividad artística. En ella hay incluso pinturas del extremeño Francisco de Zurbarán, fechadas en 1644. Los talleres de escultura de la ciudad de Badajoz estaban agotados por aquellos años hasta su reactivación a finales del siglo XVII; por ello se recurre a la famosa escuela sevillana. Sabemos que el maestro arquitecto Blas de Escobar (1) se asienta posteriormente en la villa de Zafra, donde fallece en 1670. Este realizó el retablo del altar mayor de la colegiata (1656-1699) aunque no lo vio totalmente terminado. El contrato de este retablo se hizo en Sevilla el 10 octubre 1657, previo a otro firmado en septiembre en Zafra, que creo que ya no se conserva. Aparece en la obra de Duncan Theobald Kinkead (2). Dice así:

 

"Sepan cuantos [por] esta carta, vieren como nos, Franco de Ribas, maestro arquitecto y Franco de Fonseca, maestro dorador de retablos y Joseph [de] Arce, maestro escultor, y Manuel de Segovia Navarrete, maestro ensamblador, vecinos desta ciudad de Sevilla (...) otorgamos y conocemos en favor de la iglesia colegial de la villa de Zafra y decimos que por cuanto Blas de Escobar, maestro arquitecto, vecino desta ciudad se obligó en favor de la dicha iglesia colegial de hacer un retablo para el altar mayor de la dicha iglesia dentro de dos años, en precio de cinco mil ducados en moneda de vellón, con las calidades y condiciones y según se contiene en la escritura de concierto y obligación que el dicho Blas de Escobar otorgó en favor de la dicha iglesia, que pasó en la dicha ciudad de Zafra ante uno de los escribanos públicos della, en uno de los días de septiembre del presente año en que estamos de mil y seiscientos cincuenta y siete a que nos referimos=Por tanto, nos obligamos [a] que el dicho Blas de Escobar hará el dicho retablo y lo acabará en toda forma dentro del dicho tiempo con las calidades y condiciones y según y como está obligado por la dicha escritura arriba indicada y, en su defecto, nos obligamos nos todos cuatro, los dichos otorgantes, de hacer y acabar el dicho retablo en toda perfección en la forma y según que está obligado el dicho Blas de Escobar dentro del dicho plazo y en el dicho precio de cinco mil ducados de vellón. Y si no lo hiciéremos y cumpliésemos, que la dicha iglesia colegial, o su mayordomo, en su nombre, lo pueda mandar hacer a nuestra costa en la parte y lugar, se pueda consertar con otros maestros de arquitecto (...) En Sevilla, en diez días del mes de octubre de mil y seiscientos cincuenta y siete años..."

 

Era una obra de gran envergadura y que, afortunadamente, se conserva en la actualidad, aunque con una necesaria restauración incluidas las tallas exentas. Este autor trajo a la baja Extremadura una novedad: la columna salomónica con racimos y hojas de vid. Se asientan también en Zafra algunos doradores procedentes de Sevilla, como Cristóbal Rubio y Juan Basilio Pira. El 21 de agosto de 1677 ambos firmaban el contrato para dorar y estofar el entonces retablo del altar mayor de la Catedral de Badajoz, hoy en la antigua capilla del Sagrario. He podido averiguar que Juan Basilio Pira continuaba viviendo en Zafra y había contraído matrimonio con Inés de Villanueva. El 21 de diciembre de 1689 le nacía en Zafra su hijo Tomás Joseph y el 23 de abril de 1692 su hija Isabel.

Como Blas de Escobar no era escultor, para completar la iconografía de las figuras exentas del retablo de la colegiata, recurre a los mejores escultores de la ciudad de Sevilla, que ya conocería personalmente. En este caso a Pedro Roldán y su taller (incluida la Roldana), al flamenco José de Arce (al parecer solo está documentado el crucificado del ático), a Alonso Martínez y puede que a Francisco Dionisio de Ribas o Francisco Ruiz Gijón. Este último comenzó a formarse con Andrés Cansino (3) en 1669, pero el maestro falleció en 1670, heredando su taller y casándose con su viuda. El contrato de formación era de tres años. Juan Agustín Ceán Bermúdez afirmaba que Gijón se formó con Alonso Martínez, fallecido en Sevilla el 26 de diciembre de 1668 pero, de momento, no se ha podido demostrar. Por eso se especula que se formó en el taller de Pedro Roldán, por la gran influencia que vemos en sus obras. En mi opinión, creo que de quien más se influyó de todos ellos fue de la Roldana.

Se aprecia claramente en algunas tallas del retablo de la Candelaria la mano de José de Arce (fallecido en 1666) en los apóstoles Santiago y Andrés, de gran parecido al rostro del Cristo de las Penas de la cofradía sevillana de la Estrella, realizado por De Arce en 1655. San Andrés tiene gran parecido al san Judas Tadeo de la Cartuja de Jerez de la Frontera (Cádiz), obra de José de Arce, realizada sobre 1637-39. Quizá debieron estar en las hornacinas inferiores los dos apóstoles de Zafra. El profesor José Roda Peña afirma que José de Arce, de origen flamenco, trajo a Sevilla un soplo de aire fresco con influencias europeas (flamencas e italianas) que no solo caló estilísticamente en el entorno más inmediato de sus discípulos, como el sevillano Andrés Cansino (ca. 1636-1670), sino de sus coetáneos Alonso Martínez o Pedro Roldán y su taller. Cansino fue maestro de Luis Antonio de los Arcos, marido de la Roldana (1652-1706), y de Francisco Antonio Gijón. En las figuras de los apóstoles san Pedro y san Pablo, no documentadas, se ve claramente la mano de un escultor más discreto como fue Alonso Martínez (fallecido el 26 de diciembre de 1668), similares a las del retablo de la antigua capilla del Sagrario de la catedral de Badajoz (1664-1666), que también realizó Blas de Escobar (4).

 

 
 

Comparativa del rostro del Cristo de las Penas de Sevilla (1655), entre los apóstoles san Andrés y Santiago del retablo mayor de Zafra. Aunque no documentadas, los apóstoles son obras claras de José de Arce (entre 1657-60).

 
 
 
 
 
 

Grafitis de varias personas que debieron acceder a la terraza del ático del retablo mayor de Zafra en 1960. "M.R. Rojas 22-7-60". "J.M.R. visitó". Hay otras en la cara lateral. Crucificado del ático, obra de José de Arce (ca. 1658).

 
 
 
 

Apóstol san Pedro. Alonso Martínez, atribución. Ca. 1664-65.

 
 
 
 

Apóstol san Pablo. Alonso Martínez, atribución. Ca. 1664-65.

 

Se sabe que el maestro arquitecto Alfonso Martín (Alonso Martínez) firmó el 8 de junio de 1664 varias obras para Francisco Mateos Moreno, regidor de la villa de Zafra, para el retablo mayor de su colegiata (5). Se trataba de una imagen de san Agustín, otra del obispo san Luis (no san Ambrosio como citan otros autores) y dos virtudes, iguales que las de la capilla mayor del convento de las Mercedes de Sevilla. Estas dos virtudes, a una le falta una mano, están sobre los roleos del ático. Todas serían realizadas en madera de cedro y con el visto de bueno del entallador Blas de Escobar. Debían estar terminadas a finales de diciembre de 1664, su coste fue de 6.000 reales de vellón y serían entregadas en la localidad sevillana de Alcalá del Río, que enlazaría con la llamada Vía de la Plata hasta Zafra:

 

"Sépasse como yo, Alfonsso Martín, maestro arquitecto, vecino desta ciudad de Sevilla, otorgo y conosco, que me obligo de haser y que haré para Franco Mateos Moreno, familiar del Santo Oficio, e rexidor perpetuo de la villa de Safra, residente al presente en esta ciudad, una ymagen de san Agustín, otra de san Luis obispo, y dos birtudes para un altar que están haciendo en la iglesia de la dicha villa. Las dos primeras ymágenes de a nueve quartas de alto, poco más o menos. Y las virtudes del mismo tamaño y de la forma que tienen las dos que están en el retablo del altar mayor del convento de Nuestra Señora de las Mercedes desta ciudad. Y todas hechas de buena madera de sedro, bien acabadas y perfecsionadas en lo que toca a su hechura a contento del dicho Franco Mateos Moreno y a satisfación de Blas de Escobar, maestro de mi arte, puestas y entregadas a mi costa en la villa de Alcalá del Río, para en fin del mes de diciembre deste presente año de mill y seiscientos y sesenta y quatro y por precio a toda costa de seis mill reales en moneda de bellón, por cuya quenta confiesa haber recibido adelantados del dicho Franco Moreno Mateos (sic) dos mil reales en moneda de bellón en contado y los tengo en mi poder de que me doy por entregado (...) Y los otros don mill reales restantes luego que las tenga acabadas las dichas ymágenes y birtudes (…) Y si al dicho plazo de fin deste presente año no diere fechas y acabadas en toda perfeción de la dicha madera de sedro, las dicha dos ymágenes y dos birtudes y dándolas acabadas no estuvieren a gusto del dicho Franco Mateos Moreno ni fueren a los dichos tamaños ni estuvieren a satisfación del dicho Blas de Escobar, cualquiera de los dichos se ¿? que pueda a su costa el dicho Franco Mateos Moreno consertarse con otras qualquiera personas y maestros de mi arte que le hagan las dichas ymágenes y birtudes de la dicha madera (...). En Sevilla, en ocho días del mes de junio de mill y seiscientos y sesenta y quatro años..."

 

El 20 de septiembre, también de 1664, Blas de Escobar firmaba en Zafra el contrato del que sería entonces retablo del altar mayor de la Catedral de Badajoz. Imagino que entre esa fecha (dos años tardó en tallarlo) se realizarían las obras de bulto y el Padre Eterno, seguramente por Alonso Martínez y antes de la muerte de este, el 26 de diciembre de 1668. Es decir, entre 1664 y 1668, aunque seguramente fuese entre 1666 y 1668, cuando ya había perdido facultades por su edad, pues las tallas muestran cierta rudeza. ¿Participó en ellas Francisco Ruiz Gijón como aprendiz? Es posible.

Por su estilo, Alonso Martínez debió de realizar también los arcángeles san Miguel y san Rafael del ático del retablo mayor de Zafra, aunque no figurasen en este contrato. La forma de tallar los mechones del cabello de ambas, como movidos por el viento, son similares a las del san Juan Bautista de Badajoz. Alonso Martínez fue un escultor muy influenciado por José de Arce, al igual que Pedro Roldán. También creo que Alonso Martínez debió realizar el relieve del ático que representa al Padre Eterno, similar al que años más tarde realizaría para el retablo mayor de la Catedral de Badajoz. Al menos la policromía es muy similar a las figuras que contrató para Zafra, como los cabellos y la barba. Era habitual realizar modificaciones sobre la marcha, como ocurrió en Zafra y el citado retablo mayor pacense. Este antiguo retablo pacense está hoy en la todavía llamada capilla del Sagrario, aunque el sagrario fue trasladado el 14 de febrero de 2024 a la capilla de las Reliquias o de Ntra. Sra. de Fátima. Los apóstoles san Pedro y san Pablo de Zafra debieron encargarse anteriormente al 8 de junio de 1664, una vez terminado el primer cuerpo. El hecho de que fueran obras que Alonso realizaría con avanzada edad influirían en la calidad de los acabados. También porque iban destinadas a la parte más alta del retablo y apenas se apreciarían por los fieles, aparte de la poca iluminación de los templos de entonces. Este tipo de obras que no eran de culto y/o para procesionar solían ser de peor calidad, más toscas, además de más económicas, porque estaban ahuecadas y sin policromar por la parte trasera. También porque debían ser entregadas con prisas para acabar los retablos. Esto era una buena ocasión para que los oficiales y aprendices se formasen. Igualmente, la calidad de los pintores y estofadores que policromaban sus obras también influyó mucho en los acabados, pues no siempre serían los mismos.

 

 
 

San Miguel y san Rafael. Alonso Martínez, atribución. Ca. 1664-65.

 
 
 
 

Padre Eterno. Alonso Martínez, atribución. Ca. 1664-65.

 

En 2016 Alfonso Pleguezuelo Hernández (6) atribuyó sobre 1680 a la Roldana (1652-1706) dos relieves de la Adoración de los pastores y la Epifanía, además de los arcángeles san Rafael y san Miguel de este retablo de Zafra. Sé que en 2012 lo hizo otro historiador sobre los relieves, pero no recuerdo exactamente dónde. Juan Carlos Rubio Masa (7) publicó un artículo sobre las posibles obras que se venían atribuyendo desde los años 70 del pasado siglo a José de Arce (Josepe Haerse como firmaba en las cuentas) en el retablo mayor de la Candelaria. Cita que a primeros de octubre de 1660 ya estaba montado el primer cuerpo y en mayo de 1661 el Crucificado del ático. Se terminó de dorar en 1683. Parece ser que en 1680 se agregaron las figuras de los dos arcángeles, pero ya en ese año habían fallecido José de Arce (1666), Alonso Martínez (1668) y Francisco Dionisio de Ribas (1679). Creo que puede ser un error de las cuentas de la parroquia. Quedaría para estas obras, quizá, un joven Francisco Ruiz Gijón, pero no me cuadra con su estilo, ni siquiera el de su primera obra documentada, el Nazareno de Alcalá del Río (1671). Aunque es posible que tras participar en estas obras para Zafra luego le llegase el encargo del san Francisco de Asís y el Nazareno de Los Santos de Maimona (8). Rubio Masa ya advirtió que hubo un error al incluir la talla del Crucificado en las cuentas de 1661. Quizá Alonso Martínez ya las tenía realizadas mucho antes de su muerte. Rubio Masa atribuye las cuatro imágenes de los apóstoles a José de Arce. Creo que es un error, puesto que las de Pedro y Pablo son de un estilo muy diferente. Las de las dos santas, Catalina de Siena y Catalina de Alejandría, sí me cuadran, aunque por su deterioro cueste reconocerlas. Los ataques de insectos xilófagos les han hecho mucho daño, así como al Buen Pastor de la puerta del sagrario. Dudaba de que los dos relieves inferiores (hoy ya parece claro que son obra de la Roldana), fueran también obra de José de Arce, así como el del Padre Eterno. Luego aproxima al estilo de Pedro Roldán estos dos relieves del banco, aunque es inconfundible el estilo de la Roldana. Personalmente no me pude acercar a ellos en 2007.

También es posible que Ruiz Gijón interviniese en esos relieves que, como ya he citado, es notable el parecido de sus obras a las de la Roldana. Sea como fuere, ambos relieves necesitan una urgente restauración debido a las numerosas grietas que se aprecian. Habría que tener en cuenta que los fiadores del contrato de este retablo fueron los famosos Francisco (Dionisio) de Ribas, maestro arquitecto, y José de Arce, maestro escultor. Si algo quedó pendiente seguramente serían ellos los que lo realizarían, si estaban vivos entonces, pues el primero falleció en 1679 y el segundo en 1666. Por eso se recurriría a la Roldana (y a su marido) para estos dos relieves que, curiosamente, fue la última parte en terminarse estando en la base, que es por donde se inició la obra.

 

 
 

Comparativa del san Juan Bautista de la Catedral de Badajoz y los arcángeles del retablo mayor de Zafra. El movimiento de los cabellos es similar. No veo parecido en estos últimos a la Roldana.

 
 
 
 

Similitudes de las policromías del Padre Eterno del ático, atribuida a Alonso Martínez, y san Agustín, obra encargada a Alonso Martínez en 1664.

 

Un Niño Jesús en la ermita de San Cristóbal de Nogales (Badajoz).

Frente al famoso castillo se encuentra la ermita donde se custodia al patrón de la localidad. Villa que también perteneció al señorío de Feria desde 1395, situada a poco más de 40 kilómetros de Zafra. El retablo mayor de la ermita de San Cristóbal es una obra bastante segura de los talleres de Zafra, concretamente del escultor Blas de Escobar y/o de sus discípulos Alonso Rodríguez Lucas y Juan Martínez de Vargas. Está formado por un solo cuerpo, con tres calles flanqueadas por columnas en arpón y un ático, seguramente reformado en el siglo XVIII. En esta época se le añadiría la parte interior de tres arcos lobulados y la talla del apóstol san Pedro por los talleres de escultura de Badajoz. En la calle izquierda se encuentra una imagen, muy deteriorada, de un Niño Jesús que me recuerda bastante al estilo de Alonso Martínez. Se puede fechar entre 1664-65.

 

 

Su autor bebe claramente de los modelos del escultor cordobés Francisco Dionisio de Ribas (1616-1679). Concretamente del Niño Jesús que conserva actualmente el Museo de Bellas Artes de Sevilla (ca. 1650). También del Niño Jesús que se encuentra en el convento de San Juan de la Palma de esta ciudad de la foto siguiente.

 

 

Al de Nogales le falta la cruz de plata que debió llevar en la mano izquierda. La postura es muy similar a estas obras sevillanas, ambas de cuerpo entero, con el vestido tallado, policromado y estofado, sobre una peana dorada, y sostenido bajo sus pies por varias cabezas de querubines. Destaca el movimiento de los paños del vestido, que le dan un aspecto muy barroco, con la pierna izquierda despejada. Este Niño Jesús de Nogales tiene similitudes con otra de las obras que le atribuí (9) a Alonso Martínez en 2020, en especial los característicos mechones de su cabello, además de los grandes ojos policromados en la propia madera. El Niño Jesús necesita una escrupulosa restauración, debido a los repintes que se aprecian y al tener varios dedos rotos. La peana parece haber sido mutilada, no sé si porque la talla no perteneciera a este retablo en su origen. Vemos en la foto comparativa siguiente el parecido de la forma de tallar del cabello con el querubín que sostiene la bola del mundo del Padre Eterno del ático del retablo mayor de la Candelaria de Zafra, que también necesita una urgente restauración.

 

 
 
Comparativa de un querubín del ático del retablo de Zafra y el Niño Jesús de Nogales.
 
 
 
 
Comparativa del rostro de san Juan Bautista (Catedral de Badajoz) con el Niño Jesús de Nogales.

 


 

NOTAS

(1) De momento no sabemos dónde nació. Era hijo de Antonio de Escobar y María Martínez, estuvo casado con Francisca de Valdivia, con la que no tuvo hijos, al menos no le sobrevivió ninguno, según figura en su testamento. Ensamblador de profesión, en otros documentos se le describe como «escultor, maestro mayor de las obras de su Alteza, el serenísimo señor don Juan de Austria». Blas de Escobar otorgaba testamento en Zafra el 15 de julio de 1670, firmando como testigo su discípulo Alonso Rodríguez Lucas. Dos días más tarde era enterrado en el convento de Santa Marina de esta localidad, acompañado del cabildo y las comunidades de dominicos y franciscanos. Tuvo vigilia y misa de cuerpo presente, siendo albacea su mujer y Pedro de Molina.

(2) KINKEAD, Duncan Theobald. Pintores y doradores en Sevilla: 1650-1699. Años 2007 y 2009 (segunda edición revisada). Pág. 181. Fuente: AHPSe. PP. NN. Sevilla. Legajo (signatura 10226), oficio 16, 10 octubre 1657, folios 462 y 462 v.

(3) RODA PEÑA, José. La escultura sevillana del pleno barroco y sus protagonistas durante la segunda mitad del siglo XVII. Universidad de Sevilla. Departamento de Historia del Arte, 2018. Págs. 233 y 234. SÁNCHEZ-MESA MARTÍN, Domingo. El arte del Barroco. Escultura, pintura y artes decorativas. Historia del Arte en Andalucía. Editorial Gever (Sevilla), 1991, volumen VII, págs. 242 y 243.

(4) https://www.lahornacina.com/articulosbadajoz10.htm

(5) Fuente: AHPSe. PP. NN. Sevilla. Legajo (signatura 578), oficio 1, 8 de junio de 1664, folios 771 y 771 v.

(6) PLEGUEZUELO HERNÁNDEZ, Alfonso. Entre el decoro y la licencia, nuevas obras atribuibles a Luisa Roldán en Zafra (Badajoz). Laboratorio de Arte. Revista del Departamento de Historia del Arte, Universidad de Sevilla, n º 28, año 2016, págs. 171-177.

(7) RUBIO MASA, Juan Carlos. José de Arce y la cuestión de la autoría de la escultura del retablo mayor de la Colegiata de Zafra. Symposium Internacional Alonso Cano y su época. Granada, 14-17 de febrero de 2002, págs. 763-772.

(8) https://www.lahornacina.com/articulosbadajoz16.htm

(9) https://www.lahornacina.com/articulosbadajoz10.htm

 

AGRADECIMIENTOS

Parroquia de la Candelaria de Zafra y Fundación Cajasol de Sevilla.

 

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