Iconografía: Jesús atado a la columna.
Escuela: Sevillana.
Autor: Círculo de Pedro Roldán.
Fecha: Finales del siglo XVII o principios del XVIII.
Estatura: 1.55 m.

El Cristo de la Humildad y Paciencia, es una talla completa de madera policromada, de tamaño ligeramente inferior al natural. Realizada posiblemente a finales del siglo XVII por algún discípulo del imaginero sevillano Pedro Roldán. Don José Roda Peña, analizando las fotografías que se adjuntan con este artículo, me confirmó que la escultura es una obra clara del Taller de Roldán.

Representa a Jesús azotado y maniatado a una columna de fuste mediano y sección circular que imita a mármoles. El Cristo mantiene su entereza a pesar de los golpes, con los músculos en tensión y encogiendo el vientre. La cabeza se inclina sobre su hombro derecho y entreabre los labios, como dando un tímido gemido de dolor, dejando ver su dentadura superior. 

Sus penetrantes ojos castaños, son de cristal, añadidos seguramente en una reforma posterior. Su pie izquierdo está más adelantado y originalmente estaría pisando la base de la columna. Su paño de pureza tiene bellos pliegues y está atado al lado izquierdo por un cordón.

Varios son los detalles inconfundibles que lo relacionan con el Taller de Roldán, como la cabellera y su afilada barba bífida, que están realizadas con gubias largas y de aspecto mojado.

El gran parecido con otras obras del Taller de Roldán, como el Nazareno de la O (Jorobaito de Triana) y en especial con el Nazareno de la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan es innegable, sobre todo esta última, tanto en la cabellera, barba, manos e incluso la estatura.

Ha sido sometida a varias restauraciones, por lo que necesita una intervención que le devuelva su aspecto original. En algunas zonas de la cara y espalda la pintura está cuarteada y se ha desprendido, viéndose la policromía original en buen estado de conservación.

No existe ninguna documentación sobre su autor y procedencia, aunque es posible que fuera encargado por algún convento ya desaparecido y donado a su actual emplazamiento, la ermita de la Patrona.