UN CRUCIFICADO DESCONOCIDO DE ANTONIO ILLANES EN CÓRDOBA
Sergio Jesús Parra Medina (13/05/2017)
Una de las obras más importantes que realizara el escultor sevillano Antonio Illanes Rodríguez (Umbrete, Sevilla, 1901 - Sevilla, 1976) se encuentra localizada en Córdoba, sin embargo, su pertenencia al ámbito privado la ha mantenido apartada del conocimiento popular. Nos referimos a la talla de un Cristo Crucificado que se presenta en una capilla perteneciente al claustro del monasterio de San Jerónimo de Valparaíso; según el arquitecto José Miguel Tineo Sánchez, "joya del gótico en plena Sierra Morena, situado a escasos 650 m al Norte de la ciudad califal de Medinat Al-Zahara. Construido entre mediados del s. XV y XVI aunque con reformas de importancia posteriores, tras la desamortización de 1836 pasó por varias manos privadas hasta que al caer en las de José María López Carrizosa y Garvey -Marqués del Mérito- es reconstruido y adaptado como vivienda propia de la familia hasta nuestros días". Esta imagen de tamaño natural, ejecutada en madera de cedro sin aparejo ni policromía, fue realizada por Illanes en 1945 (1) y adquirida por el Marqués del Mérito en abril de 1950. En ese periodo de tiempo se mostró en varias exposiciones, citando entre ellas la celebrada en la Galería Cubiles de Sevilla en 1946, la del Casino de Badajoz en 1947 (junto con el pintor José Morón) o la del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1949. El propio Illanes reconocía años después su apego a dicho trabajo, al recordar su valor artístico y sentimental cuando lo vendió en su estudio, una noche de primavera, por una buena suma de dinero a Pepe Mérito para su referida residencia en Córdoba, añadiendo: "Tenía yo mucho aprecio a ese Cristo" (2). |
Con motivo de mi nueva publicación El escultor Antonio Illanes y su producción religiosa para Morón de la Frontera (2017), en colaboración con Tineo Sánchez, anteriormente citado, se incluyó en el libro (ver enlace) esta singular representación de Cristo clavado en la cruz, aportando, entre otras, una fotografía reciente del mismo en el oratorio donde se ubica. Estilísticamente, su busto se relaciona con el de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Morón de la Frontera (Sevilla), fechado en 1944. Destaca de esta creación religiosa la particularidad que ofrece dentro del catálogo de Illanes al mostrarse como una imagen devocional pero sin desarrollarse en su totalidad los valores estéticos-superficiales propios del realismo barroco que el imaginero persiguió inicialmente siguiendo los cánones tradicionales para, muy probablemente, venderla luego a alguna hermandad de penitencia. No obstante, a tenor del resultado, el contexto, las características descritas y las preferencias plásticas que el autor manifestó en su trayectoria sobre la terminación desnuda de la madera, comprendemos su deseo de haber tallado este Crucificado -sin encargo previo-, confiriéndole, finalmente, una apariencia mayormente escultórica, es decir, sin enmascarar el soporte y destacando solo las cualidades formales con una pureza que, por cierto, contrasta con su producción general (no policromada), donde construye los volúmenes modelando la materia a base de cortes de gubia y otras texturas superficiales; recursos técnicos y conceptuales que, por el contrario, sí parece reservar en la configuración del sudario (más próximo a la geometrización). En definitiva, estamos ante una de las obras más concluyentes, a la par que desconocidas, del famoso artista, siendo muy significativo su inusual acabado, así como la impronta exclusiva con la que, de algún modo, se rebela ante el espectador, reivindicando el concepto escultórico que debe prevalecer en toda imagen con independencia de sus efectos y añadidos (3); por consiguiente, Antonio Illanes invita a sentir la imagen como escultura, más allá del sentido sagrado y espiritual que lleva implícito. |
NOTAS (1) La inclusión de esta fecha viene a corregir la publicada erróneamente en la primera edición de El escultor Antonio Illanes y su producción religiosa para Morón de la Frontera, donde se recoge 1947 en lugar de 1945. (2) Perteneciente a una entrevista realizada a Antonio Illanes con motivo de su segunda exposición celebrada en Madrid, en el año 1960. (3) Viene de la defensa que el profesor Juan Manuel Miñarro López expuso en "Antonio Illanes: una imaginería concebida como escultura" (Sevilla, 2004). |
Noticia relacionada en este |
www.lahornacina.com