LA CAPILLA DEL HOSPITAL SEVILLANO DE SAN JUAN DE DIOS

08/03/2025


 

 

A finales de la primera década de 2000 comienza la ampliación del hospital perteneciente a la Orden de San Juan de Dios en Sevilla, un centro hospitalario destinado no solo a los servicios a los enfermos y familiares, sino también al culto. Para ello se proyectó un edificio moderno con una arquitectura hospitalaria muy limpia y minimalista, de formas orgánicas que se prolongan hasta la misma capilla del hospital.

La capilla es un espacio de doble altura, con capacidad para 150 personas, iluminado por una vidriera inspirada en las diseñadas por Antoni Gaudí para el templo expiatorio de la Sagrada Familia (Barcelona), en la que aparece con gran formato la firma de san Juan de Dios a lo largo de la misma.

La idea de este proyecto se debe al arquitecto y dibujante Javier Jiménez Sánchez-Dalp, que contó con la artista Irene Dorado para la realización del retablo. El proyecto comienza bajo el mandato del hermano Juan de Dios Orquín, continuando con el hermano José Antonio Soria, que estuvo hasta el final de la obra.

En la planta primera se ha dispuesto un coro que, conectado a la planta destinada a la tercera edad, permite a los residentes del hospital poder escuchar misa.

El suelo de la capilla está basado en el suelo de la basílica de san Juan de Dios en Granada. Asimismo, podemos observar cómo el falso techo de la capilla reproduce una granada, representando las luces colgantes del mismo los granos de dicha fruta, símbolo de la ciudad natal del santo.

 

 

La capilla se halla presidida por un retablo, obra de la artista plástica Irene Dorado Miret (Sevilla, 1983), reconocida por su trayectoria en varias disciplinas artísticas como la pintura o la escultura.

El retablo ha sido realizado en madera de cedro, con unas dimensiones de 170 x 171 cm, posteriormente esmaltado, patinado y con acabado en pan de oro metal y pan de oro fino. Dicho retablo es una interpretación escultórica del famoso cuadro "San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real" (1880), obra del pintor granadino Manuel Gómez-Moreno González (1834-1918) que fue galardonada con el segundo premio de la Exposición Nacional de 1881 porque expresó los valores éticos y estéticos de la Restauración.

Los juegos de esmalte y los fondos lisos del retablo poseen una cierta reminiscencia italiana con los relieves escultóricos de la familia de ceramistas Della Robbia, en los que se jugaba con el color blanco del esmalte y los fondos lisos de tonos azules. La escena se encuentra potenciada por un fondo de mosaico dorado, y enmarcada de nuevo con la forma de la granada, en este caso realizado el marco en mármol blanco, motivo por el cual a los pies del retablo aparece tallado el lema de San Juan de Dios: "Granada será tu cruz".

En este retablo se buscaba un relieve modernista que funcionara con el espacio y se integrara perfectamente en el mismo. Una instalación sensorial, un espacio donde interactúan elementos como, por ejemplo, la vidriera con la firma de san Juan de Dios, las luces colgantes o los materiales del suelo.

 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

Aunque se le considera portugués, nacido como João Cidade en 1495 en Montemor-o-Novo, cobra la fuerza la teoría de que en realidad el santo pudo nacer como Juan Ciudad en Casarrubios del Monte (Toledo) y que, por su condición de hijo de padres judíos, recién nacido el niño la familia pudo emigrar a Portugal y vivir allí un tiempo sin ser oriundos del lugar, con el fin de salvarle de eventuales persecuciones religiosas.

San Juan de Dios es un santo íntimamente ligado a la devoción de los granadinos ya que en Granada inició su labor de caridad con los pobres enfermos, en esta ciudad falleció, en el año 1550, y aquí nació la Orden Hospitalaria, fundada por sus seguidores veintidós años después de su muerte. Se han confirmado facetas de la vida del santo, como su conversión tras el sermón de san Juan de Ávila, la pobreza de Granada y cómo pedía limosna por las noches, o el incendio ocurrido el 3 de julio de 1549 en el Hospital Real, donde el propio Juan había sido ingresado años antes porque creían que, trastocado tras el referido sermón, se había vuelto loco.

Reproduciendo la composición pictórica de Gómez-Moreno, el relieve de Irene Dorado evoca el suceso por el que, en 1953 y a instancia de los bomberos de Barcelona, se proclamó a san Juan de Dios patrón de los bomberos españoles. Además de dicho patronazgo, era desde 1886 patrón de hospitales y enfermos y desde 1930 patrón de enfermeros y sus asociaciones. El santo baja las escaleras del Hospital Real de Granada, salvando la vida a algunos de los enfermos ingresados en un incendio que, como bien documenta la obra, afectó gravemente a la techumbre de madera.

La escena se plasma como si fuera una instantánea. El tiempo se detiene para que el espectador se recree en la mirada de Juan, en sus manos y en esa actitud materna hacia el prójimo.

 


 

 
 
 
 
 
 

 

FUENTES

Con información de Irene Dorado Miret y Javier Jiménez Sánchez-Dalp.

SAAVEDRA LÓPEZ, José. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y la atención a los militares. España, Siglo XVIII (tesis doctoral), Servicio de Publicaciones de la Universitat de Barcelona, 2023, pp. 16 y 26-27.

GÓMEZ DÍAZ, Juan. "Mirar un cuadro", en Lo uno y lo múltiple. homenaje a Félix del Valle y Díaz, Ediciones de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 2009, p. 406.

 

 

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