JUAN PABLO II VISTO POR ANTONIO DÍAZ ARNIDO
01/05/2011
Una de las últimas obras realizadas por el pintor y restaurador sevillano Antonio Díaz Arnido es un retrato al óleo sobre tabla del papa de la Iglesia Católica Juan Pablo II (Karol Wojtyla, Wadowice, 1920 - Ciudad del Vaticano, 2005), cuya esperada beatificación, culmen de un rápido proceso impulsado por su sucesor Benedicto XVI -encargado también de oficiar el acto-, tendrá lugar hoy en la Plaza de San Pedro de El Vaticano. Elegido en 1978, Juan Pablo II fue el primer papa polaco de la historia y el primero no italiano desde el holandés Adriano VI, cuyo pontificado se remonta a 1522-1523. Teólogo, escritor y poeta, fue una de las personalidades más influyentes del siglo XX y su mandato se caracterizó principalmente por su participación a favor de cruciales procesos de paz, la lucha contra las corrientes comunistas y marxistas, y sus constantes viajes a casi todos los rincones del mundo, destacando su Polonia natal, Francia y Latinoamérica, especialmente México. Su figura despertó no pocas controversias, incluso dentro de la misma Iglesia Católica. Si bien nadie puso en duda su encomiable labor pacifista ni su cercanía con las comunidades cristianas del mundo, su autoritarismo a la hora de ejercer su magisterio eclesiástico y un conservadurismo incoherente con la defensa del progresismo iniciado en el Concilio Vaticano II -defendido por Pablo VI y, especialmente, por su liberal predecesor Juan Pablo I, cuyo inesperado fallecimiento sigue sin estar del todo aclarado-, fueron objeto de numerosas críticas, incluyendo las de eminentes teólogos, algunas de cuyas obras fueron además objeto de la censura papal. En 1981 sufrió un atentado a manos del turco Ali Ağca, mientras se desplazaba en vehículo por la Plaza de San Pedro. A partir de entonces su salud fue empeorando progresivamente, sobre todo desde mediados de los 90. En 1996 estableció las normas para elegir al que sería su sucesor, finalmente el alemán Joseph Ratzinger (Marktl, 1927), mano derecha de Juan Pablo II -cuyo funeral también presidió- durante gran parte de su papado. Arnido reproduce fielmente los avejentados rasgos del pontífice, que visitó España en cinco ocasiones. Para el autor, esta nueva creación supone su homenaje a un popular papa cuya "presencia física" en la beatificación se llevará a cabo mediante una pequeña botella de sangre -inserta en un relicario- que le fue extraída en sus últimos días de vida, detalle que tampoco ha estado exento de críticas, incluso dentro de la propia teología. |
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