EL DÍPTICO DE LA PASIÓN DE LA CÁMARA SANTA DE OVIEDO
Con información de Yayoi Kawamura (14/12/2024)
El Museo de Bellas Artes de Asturias presenta una nueva Obra invitada procedente, en esta ocasión, del Museo de la Iglesia en Asturias. Se trata del Díptico de la Pasión de época medieval, datado en el siglo XIV y propiedad de la Catedral de Oviedo. Perteneciente a la Cámara Santa, constituye una de las obras de este periodo más destacadas de su colección. La pieza, cuyas medidas son 22 x 23 x 1,4 cm (abierta), consta de dos placas de marfil tallado, de considerable espesor, unidas por dos bisagras. Cada placa se divide en tres registros en los que se narra la historia de la Pasión. Las seis escenas se desarrollan bajo una arquería gótica, a modo de doselete, que marca un ritmo de secuencias y que, a la vez, tiene un carácter unificador que construye y enriquece el conjunto. Por su parte, las tallas, en medio y alto relieve, destacan por estar realizadas con un detallismo naturalista de gran belleza así como por presentar una técnica preciosista, características, ambas, propias del gótico internacional. El programa La Obra invitada tiene como finalidad enriquecer la colección del Museo de Bellas Artes de Asturias con destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares en algunas ocasiones, o bien de instituciones nacionales e internacionales que durante un periodo aproximado de tres meses permiten reforzar el discurso de la exposición permanente. La obra, expuesta en la sala 1 del Palacio de Velarde (Calle de Santa Ana 1, Oviedo), estará presente en la pinacoteca regional hasta el 30 de marzo de 2025. Junto con el Díptico de Apión, bizantino, y el Díptico de Gundisalvo, El Díptico de la Pasión, durante siglos uno de los tesoros de la Cámara Santa de la catedral de Oviedo, forma el trío de los dípticos de marfil más apreciados de dicho templo. Se trata de una obra elaborada enteramente en marfil, de excelente calidad artística, del estilo tardogótico. Las tallas están excavadas dejando alrededor unos marcos lisos que se juntan cuando se cierra el díptico. Ambas hojas del díptico ofrecen tres registros, en los que se narra la historia de la Pasión de Cristo de modo consecuente de izquierda a derecha y de arriba a abajo, siguiendo el método narrativo de los libros miniados. En las tallas, de carácter preciosista, se combinan el alto relieve e incluso parcialmente bulto redondo de las figuras de primer plano y el relieve más bajo de las del fondo. Como es propio del estilo tardogótico, cada uno de los detalles del rosto, de las rizadas cabelleras, de los delicados pliegues de paño o de los finos dedos, atrae nuestros ojos. La primera escena, en el registro superior izquierdo, representa la Entrada en Jerusalén donde Cristo es recibido a las puertas de la ciudad con regocijo y júbilo. En la siguiente escena, el Lavatorio, bajo las atentas miradas y de cierta incertidumbre de los discípulos, Cristo lava un pie a san Pedro, que parece resistirse. El cuerpo agachado de Cristo asume todo el protagonismo en el centro, mientras los discípulos están apiñados uno detrás de otro divididos en dos grupos. La tercera escena, en el registro medio, corresponde a la Última Cena, de tradicional composición marcada por la mesa horizontal con la figura de Judas en el lado delantero, que de rodillas intenta robar un pescado de la mesa. Ante los discípulos desconcertados y el joven san Juan desolado, Cristo predice la traición. En la escena de la Oración en el Huerto, Cristo genuflexo se dirige hacia la derecha dejando atrás a los discípulos dormidos en medio de una fuerza fluyente sobrenatural. Es una escena de gran expresividad con un tono inquietante. En la penúltima escena, ya en el registro inferior, se representan la agresión de Simón Pedro a Malco, su curación por Cristo, el beso de Judas, el Prendimiento y el ahorcamiento de Judas, de modo sucesivo sin solución de continuidad. La última escena corresponde a la Crucifixión, con Jesucristo en el centro. Las lanzas de Estefatón y Longinos forman un triángulo en torno a Cristo, y a nuestra derecha le acompañan san Juan y otras figuras masculinas, y al lado contrario, la Virgen María, desmayada, y otras santas mujeres que la sujetan. La fluidez de las esbeltas figuras que componen las escenas ofrece un delicado naturalismo y un lirismo propios del gótico internacional. La capacidad narrativa que provoca emociones íntimas es el aspecto principal de la obra, que estaba destinada a un ámbito íntimo de oración y reflexión personal como altar portátil. Por las características tanto artísticas como estilísticas, este Díptico de la Pasión forma parte de un grupo de dípticos eborarios de la Pasión de estilo tardogótico que se conservan en distintos museos. Iconográficamente el ejemplar del Museo de Bellas Artes de Dijon (Francia) es muy parecido al de Oviedo. La obra data de mediados del siglo XIV y procede de un taller centroeuropeo o francés. |
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