En 1940, el escultor José Sánchez Lozano realiza su primera obra religiosa con destino a Cieza, tras haberle encargado la Cofradía del Cristo del Consuelo unos Ángeles para figurar a los pies del titular. Estas imágenes vienen a sustituir a unas anteriores, destruidas en la contienda civil cuando fueron quemadas junto con el Crucificado. Se trata de un grupo de tres ángeles que aparecen a ambos lados del Cristo y un querubín situado en el centro, el cual eleva la mano izquierda en actitud de señalar al Redentor. En definitiva, un grupo angelical de bellísima factura, todos ellos con la mirada elevada hacia Jesús muerto en el madero.

La segunda obra religiosa que llevó a cabo Sánchez Lozano para Cieza fue realizada en 1967 para la Cofradía de la Oración en el Huerto y el Santo Sepulcro. Habiendo desaparecido la antigua figura del ángel y pasando la anterior talla de Jesús a manos de la familia Moxó, la corporación ciezana decide encargarle al escultor de El Pilar de la Horadada (Alicante) nuevas imágenes de Jesús y el Ángel Confortador. Como en la mayor parte de su producción religiosa, el escultor llevó a cabo copias de obras de Francisco Salzillo; en este caso, realizó unas muy exactas del famoso paso de la Oración en el Huerto de la cofradía murciana del Nazareno. También para este paso realizó la reforma de los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, obras de autor desconocido a las que labró nuevas cabezas y manos (las cabezas primitivas se conservan en la casa museo de la cofradía). Al igual que el original salzillesco, la talla de Jesús es de candelero para vestir, mientras que el ángel es de talla completa.

En 1973, la anterior corporación le encargó el paso de La Caída. El grupo fue encomendado en primer lugar al escultor e imaginero Juan González Moreno, quien se negó a hacerlo en el periodo de tiempo exigido por la cofradía, de ahí que su ejecución pasara a Sánchez Lozano, quien cumplió con el plazo estipulado. El conjunto refleja el momento en el que Jesús va camino hacia el Gólgota con la cruz a cuestas, auxiliado por el Cirineo y escoltado por un sayón. El Varón, situado en el centro del paso, tiene la mirada y la mano derecha elevadas hacia el cielo, mientras que la izquierda se aferra al madero. De candelero para vestir (las otras dos figuras son de talla completa), muestra características muy similares al Cristo de la Oración en el Huerto de la misma cofradía. El sayón, de anatomía muy marcada, porta una rama con la que golpea a Jesús y una cuerda que va directamente hacia el cuello del Redentor. El Cirineo, con barba cargada y tejido que cubre su pelo, sostiene entre sus manos la cruz. Todo el grupo fue restaurado en el año 2006 por el murciano Javier Bernal Casanova.

Por último, tenemos la imagen del Ángel Triunfante, encargada también por la Cofradía de la Oración en el Huerto y el Santo Sepulcro. Se trata de un ángel, tallado en 1970, que porta en su mano derecha la cruz del sacrificio y en la izquierda una guirnalda de flores que proviene del madero. Es obra de talla completa, neobarroca, de la que podemos destacar el magnífico trabajo de estofado en sus vestiduras.