Desde hoy y hasta el próximo 20 de septiembre, el Museo del Greco expone al público El Cardenal, del pintor vasco Ignacio Zuloaga, una de las obras más interesantes y significativas del artista eibarrés y que denota con mayor claridad la influencia que ejerció en él la figura de El Greco.

La exposición de este cuadro, prestado por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, se enmarca en la sección abierta desde hace tiempo por el Museo titulada En la Estela del Greco…, Artistas Invitados, iniciada hace tiempo para mostrar al público la influencia del arte del cretense en las vanguardias contemporáneas.

Cuadro de gran formato pintado en 1912, El Cardenal muestra la nueva concepción del arte de Zuloaga tras sus estancias en tierras castellanas. A partir de ese momento, empezó a organizar sus retratos en dos planos carentes de atmósfera: en primer término, las figuras, y, en segundo, un fondo de carácter simbólico.

En este lienzo, en el que es especialmente patente la herencia de la tradición pictórica española, Zuloaga sigue ese esquema constructivo y reinterpreta el retrato de aparato del siglo XVII. Ya desde su etapa de formación en París se conoce la pasión que desarrolló el pintor vasco por El Greco.

A la monumental presencia del viejo eclesiástico, Ignacio Zuloaga añade también una visión muy personal del pueblo castellano de Sepúlveda, así como la figura de un joven sacerdote. Ambos elementos dan al cuadro una estática intemporalidad, y a su vez, citan, y reivindican, la obra de El Greco.