EL CRISTO ATADO A LA COLUMNA DE FILIPPO PARODI
04/03/2025
El Museo del Palacio Real de Génova (Palazzo Reale, Via Balbi 10) acoge entre el 6 de marzo y el 29 de junio de 2025 la exposición Dalla terracotta al marmo. Genesi di un capolavoro (De la terracota al mármol. Génesis de una obra maestra), dedicada a una de las obras más importantes y famosas de su colección: una escultura realizada por el escultor genovés Filippo Parodi que representa a Cristo atado a la columna (hacia 1680). Esta muestra nació de la oportunidad de presentar, por primera vez, la extraordinaria comparativa entre la escultura final de mármol blanco (95 x 50 x 22 cm) y su correspondiente boceto en terracota (hacia 1679, 46,3 cm de altura), también realizado por Parodi y ahora propiedad de la galería de antigüedades londinense Stuart Lochhead Sculpture. Parodi solía modelar bocetos en terracota con el objetivo de mostrar las composiciones a los clientes, pero también para guiar a los colaboradores de su taller que lo ayudarían en la creación del resultado final. El modelo en terracota tiene, aproximadamente, la mitad del tamaño del mármol que representa uno de los momentos más dramáticos de la Pasión y que Parodi traduce en un Cristo dócil y entregado a las torturas infligidas por sus verdugos. Inicialmente formado como tallista de madera, el genovés Filippo Parodi (1630-1702) se convirtió rápidamente en el máximo talento de la escultura barroca. Diseñó y realizó obras tan prestigiosas como singulares, como la decoración del velero Paradiso o el carruaje para la boda de Anna Pamphilj y Giovanni Andrea III Doria, así como marcos, consolas, estatuas de madera, muebles, instalaciones y, por supuesto, esculturas de mármol. Durante sus dos largas temporadas en Roma, durante las que amplió su formación como experto tallador de madera y mármol, Parodi conoció a las personalidades más importantes de la época, entre ellas el escultor Gian Lorenzo Bernini, entrando en su círculo de artistas protegidos. El poder creativo de Bernini influyó en las obras de Parodi, la mayoría realizadas para las principales familias genovesas, como los Brignole, los Grimaldi, los Sauli o los Spinola. Su fama lo llevó a trabajar más allá de las fronteras de su Liguria natal, en Venecia y Padua, donde participó en la creación de grandiosos monumentos en mármol y estuco. Respecto al Cristo atado a la columna, se presenta con el hombro izquierdo girado hacia el espectador para mostrar los golpes infligidos durante la tortura, y con la cabeza inclinada hacia atrás y hacia la izquierda, lo que realza la expresión dolorosa y el movimiento de una figura que parece capturada antes de perder el conocimiento. La columna, de tipología baja, recuerda la conservada en la iglesia romana de Santa Práxedes como reliquia de la columna de la Flagelación y sirve de soporte a Jesús, que muestra sus muñecas atadas con la misma cuerda que rodea su cintura, sostiene el perizoma y cae hasta tocar el suelo. Parodi coloca también a sus pies los flagelos que sobrepasan el plano visual fijado por el pedestal de base regular, donde se puede leer, tallada en caracteres cursivos, la firma del artista con los siguientes caracteres: "J.F. PARODIAS". El testimonio más antiguo sobre el Cristo genovés lo encontramos en las "Vidas" del biógrafo y pintor Carlo Giuseppe Ratti, que lo documenta algún tiempo antes de 1769, en la "capilla del salón antiguo" del Palacio Balbi Durazzo, frente a la Iglesia de San Carlo, hoy Palacio Real, en cuyas colecciones aún se conserva la obra. |
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