UNA DOLOROSA DE PEDRO DE MENA EN EL FITZWILLIAM MUSEUM DE CAMBRIDGE
06/09/2014
Un busto de Dolorosa en madera policromada, realizado por el escultor granadino Pedro de Mena, se exhibe en el Fitzwilliam Museum de Cambridge como parte de un llamamiento realizado para su adquisición. La obra mide 33,6 cm de altura. Posee los rasgos propios de las Dolorosas creadas por el autor: cejas fruncidas con suavidad, encarnadura de tonos muy naturales, pestañas de pelo natural y ojos y lágrimas de cristal. Todos estos caracteres siguen causando una poderosa respuesta en el espectador 350 años después de su ejecución. Probablemente esta pieza fue creada para una capilla, estudio o dormitorio privado de un devoto cliente y es casi seguro que estuviera protegida bajo una urna de cristal y originalmente emparejada con otro busto que representaba a Cristo en su iconografía del Ecce Homo. La Dolorosa se exhibe en la galería de arte flamenco y español del Fitzwilliam Museum, junto con otras obras de mérito realizadas por escultores y pintores del barroco coetáneos a Mena. El Museo ya ha conseguido una cantidad importante para adquirir la talla (que incluye 30.000 libras del Fondo de Arte y otras 10.000 aportadas por la Fundación Henry Moore), pero debe asegurarse un montante de más de 85.000 libras para finales de este mes de septiembre con el fin de lograr su objetivo. El Fitzwilliam posee una pequeña colección de arte clásico español que incluye dos obras de Bartolomé Esteban Murillo. Las imágenes en madera policromada, consideradas por muchos como las más emotivas del arte sacro, siguen siendo muy raras de ver en las colecciones británicas pese a que su cotización ha subido como la espuma en los últimos años. El gusto y la religión juegan su parte en esto; de hecho, no pocas creaciones de Mena permanecen en las iglesias, conventos o monasterios para el que fueron creadas. Pedro de Mena (1628-1688) se hizo cargo del taller familiar a los 18 años, a raíz de la muerte de su padre Alonso de Mena (1587-1646), escultor granadino que lo inició en el arte de la imaginería religiosa. Del polifacético artista Alonso Cano (1601-1667), Pedro de Mena aprendió a plasmar el realismo en la escultura policromada. Cano le alentó a incluir ojos y lágrimas hechas de vidrio y pestañas de cabello humano para mejorar el naturalismo de sus obras, de ahí la notable calidad realista de sus bustos y esculturas. Mena dejó Granada en el año 1658 y pasó el resto de su carrera en Málaga, convirtiéndose en un cada vez más solicitado escultor por prestigiosos clientes de la iglesia y el estado. Era conocido por sus fuertes creencias y fue elegido por la Inquisición, tanto en Granada como en Málaga, para ejercer de censor de imágenes. Los responsables del Fitzwilliam, además de que sería una maravillosa adición a su colección, consideran que este busto no es "una de esas vírgenes lúgubres que uno asocia con el arte religioso español, aquí en cambio es un sorprendentemente sencillo, a la vez que llamativamente intenso, retrato de una bella mujer joven, tal vez una campesina andaluza, representada ese momento de angustia desesperada por la humillación y pérdida de su único Hijo". Todo aquel interesado en colaborar con su adquisición puede donar online en Just Giving o bien ponerse en contacto con Sue Rhodes a través de sr295@cam.ac.uk Otra iniciativa en Cambridge sobre el Siglo de Oro Español parte de su prestigiosa Universidad: una campaña de financiación para establecer un puesto de becas de posgrado, acerca de dicho periodo que cambió el curso de la política y la cultura mundial, en el Clare College. Esta campaña se realiza en memoria del fallecido Anthony Close, que fue miembro del departamento de español y portugués en la Universidad de Cambridge y uno de los principales expertos del mundo sobre Cervantes y su obra maestra Don Quijote. |
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