El pasado lunes 12 de noviembre, siguiendo con el ciclo de actividades culturales en la exposición Lazos de Sangre, organizada por la popular Cofradía de la Sangre (Los Coloraos), se presentó como pieza invitada para este mes un Nacimiento, de terracota policromada y ropas de seda, del escultor de Calasparra (Murcia) Juan José Páez, obra del año 2013, de colección particular y nunca antes expuesto.

La presentación de la obra fue llevada a cabo por el propio escultor, el cual explicó que si bien el misterio se inspira en los belenes napolitanos, éste es una pieza atípica y se podría considera mixta con los nacimientos murcianos, ya que la Virgen tiene connotaciones del barroco de la Región, como el modelado del cabello, y San José, a diferencia de los belenes italianos donde se le representa como anciano de pelo canoso, es un hombre adulto de mediana edad y oscuros cabellos, muy al gusto de los realizados en Murcia.

La Virgen de bellos cabellos rubios (color característico de las obras marianas de Páez) se encuentra sentada, si bien es completamente articulada para poder ponerla también de pie. Vestida con bellos ropajes de seda en los colores típicos de la Madre de Dios. Sostiene en sus brazos al Niño desnudo y dormido; si bien esta bella obra infantil, realizada como el resto en barro policromado al óleo y pulimentado a la técnica de la vejiga, es totalmente independiente y se puede poner sobre la cuna, la cual es de plata de ley.

San José viste ricos ropajes de seda en colores amarillos, capa con ricas puntillas antiguas adaptadas, chaleco brocado de color verde (pieza original del siglo XVIII), pantalón en color fucsia, y cíngulo de damasco con terminaciones metálicas del siglo XIX. Son ropajes que recuerdan al Belén del Príncipe, conservado en el Palacio Real de Madrid y cuya colección fue comenzada por el monarca Carlos IV.

Tras el nacimiento, sobre dos columnas salomónicas del siglo XVIII se contempla un rompimiento de gloria, del que tres angelitos sobrevuelan sobre la escena; también labrados en terracota y policromados: uno porta un incensario, otro una cartela metálica y el tercero esparce rosas sobre la Sagrada Familia.

El sencillo pesebre está adornado con flores metálicas y una palmera, también de metal, obra de Antonio José Egea, colaborador habitual de Juan José Páez. Ocho cabezas de querubines se distribuyen sobre el mismo.