UNA SIMBIOSIS ENTRE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA Y LA INMACULADA CONCEPCIÓN

18/12/2024


 

 

Se sabe que la obra pertenece a un particular, pero se desconoce la autoría y procedencia exacta, por lo que no se sabe con exactitud la época a la que pertenece, ni si procede de España o de algún país europeo. Gracias a datos extraídos como la preparación coloreada almagra, que se introdujo en los siglos XVII y XVIII, autores de referencia y el marco de estilo rococó, dorado y con decoración de hojas de acanto y rocalla, se puede hacer una aproximación de la época en la que se realizó, pudiéndola situar en un periodo comprendido entre finales de siglo XVIII o principios del XIX. A nivel de técnica, por el formato, por la imprimación y por tratarse de un óleo, lleva a pensar en una obra del rococó.

Se trata de una representación anómala: la Virgen de la Esperanza con la presencia de simbología de la Inmaculada Concepción. Gracias a la investigación de Hernández García, se pueden observar similitudes, en cuanto a composición e iconografía, con la Inmaculada Concepción de José de Ribera. También la Inmaculada Soult de Murillo, pintor barroco español pero de un naturalismo tardío, que anticipaba técnicas propias del rococó en sus pinturas, es otro ejemplo donde se observan estas características compositivas e icónicas que establece el pintor en la obra que nos ocupa.

La figura de la Virgen se asienta de una manera firme y estática. Su rostro es delicado, con un color pálido, la boca cerrada asomando una ligera sonrisa, y una mirada penetrante, llena de ternura y elegancia. Los ropajes están trabajados con gran delicadeza y dotados de gran movimiento. En el cuadro predomina el color sobre la línea, es el color el que define los contornos. Encinta, sobre su vientre aparece un sol con facciones humanas como símbolo de la venida de Jesús, considerado la luz del mundo y la luz de la esperanza.

Respecto a las características físicas y de indumentaria, se representa la figura de la Virgen con un aspecto joven, vestida con una túnica blanca y un manto azul, que simboliza la pureza y la virginidad. Bajo sus pies se representa la media luna como atributo de Inmaculada Concepción. Lleva una gran corona y un cetro como símbolos de Reina del Cielo; la cabeza rodeada por un nimbo de haz de luz y por las doce estrellas que hacen referencia al texto del Apocalipsis narrado por el evangelista Juan: "Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del Sol, en la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza" (Ap 12, 1).

El Espíritu Santo en forma de paloma aparece sobre la Virgen, suflando toda la pureza y espiritualidad emanada de Dios Padre. La figura está rodeada por una cascada de ángeles, querubines o cabecillas aladas en la parte superior y en los laterales, y en la parte inferior los ángeles putti, de cuerpo entero, los cuales llevan el manto de pureza o "perozinium"; el ángel inferior porta un paño rojo que hace referencia a la Pasión de Cristo como Redentor de la Humanidad.

 

FUENTES

HERNÁNDEZ GARCÍA, Marta. Una tabla dieciochesca de la Virgen de la Esperanza. Estudio iconográfico, técnico y propuesta de intervención (TFG), Universitat Politècnica de València, 2022.

 

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