El pasado 5 de julio, Diario de Burgos informaba de la sustracción de la escultura de San Pablo de una de las hornacinas de la portada del templo de Santa María, en el municipio burgalés de Salas de los Infantes. El suceso se produjo en la noche del viernes 3 al sábado 4 de Julio. La obra, realizada en piedra, es del siglo XVII, tiene un peso de 100 kilos y se encontraba un poco suelta, según informó el párroco Francisco Alonso.

Junto a la estatua de San Pablo -situada a la derecha de la puerta- había otra de San Pedro, también ubicada en otra hornacina. Sin embargo, ésta ha permanecido ilesa en su lugar original apenas durante 20 días, ya que, según publica hoy Diario de Burgos, un vecino de la villa avisaba al párroco, hacia las 23:15 horas del 22 de Julio, que la imagen de San Pedro estaba rota en el suelo.

No sabemos si la intención entonces de los ladrones era llevarse las dos esculturas, y si algún imprevisto se lo impidió, pero que lo tenían en mente está claro porque volvieron el pasado jueves. Según el párroco, los ladrones desprendieron la figura, también de unos 100 kilos de peso, con algún tipo de mecanismo y una vez en el suelo, se cayó por los motivos que fueran. El resultado: la cabeza desprendida del cuerpo y rota en varios trozos.

Afortunadamente, el rostro de la efigie de San Pedro ha quedado intacto, por lo que la restauración no será muy dificultosa. El resto del cuerpo tiene daños que también serán fáciles de reparar. Por el momento, la figura hermana de San Pablo que preside la Iglesia de Santa María sigue sin aparecer.

Alonso cree que los robos -el de San Pedro, frustrado- han sido realizados por gente que conoce bien la zona y las costumbres de los vecinos. En el caso de San Pedro se extraña que se intentara entre las 22:30 y las 23:00 horas de la noche, una hora temprana para estas fechas veraniegas, con gente aún por la calle y con la parte trasera del templo iluminada.

El patrimonio histórico-artístico de la provincia de Burgos es uno de los que más expolios sufren actualmente dentro del territorio español, sin que hasta la fecha se hayan tomado las medidas necesarias para la prevención y protección del mismo. Los robos más frecuentes se producen en las iglesias de las pequeñas localidades.