La portada de la Iglesia de San Antonio de Padua es, quizá, la más monumental de las portadas de las iglesias gaditanas, y la más barroca de todas, a pesar de lo cual, presenta un lamentable estado de conservación.

En tiempos recientes, esta portada no ha sido objeto de restauración alguna, pese a que la parroquia de San Antonio fue sometida a una rehabilitación general a principios de los años 80 del siglo XX, cuando era párroco don Vicente Gaona Pacheco, quien dejó una imborrable huella en la feligresía por su entrega y su celo apostólico, además de por su constante preocupación por mantener el edificio parroquial en buen estado.

Posteriormente, la fachada de San Antonio ha sido pintada en, al menos, dos ocasiones, la última hace muy poco tiempo, sin que por ello se haya intervenido apenas en la portada. Lo más que se ha hecho es colocar algunos dispositivos metálicos para evitar las palomas, cuyos excrementos son nocivos para la piedra arenisca en que está labrada la puerta en cuestión, salvo la imagen marmórea de San Antonio, de excelente factura.

Es hora ya de que se acometa una profunda restauración de la portada, que implique una adecuada limpieza así como el reforzamiento de los dispositivos destinados a evitar que las palomas continúen posándose en ella.

Dado el papel protagonista que la Plaza de San Antonio -entonces llamada Campo de la Jara- tuvo en el Cádiz de las Cortes, pues fue en este espacio público donde se proclamó la Constitución de 1812, sería deseable que con motivo del Bicentenario de la Pepa se abordara por fin la restauración de esta monumental portada.