LA IGLESIA DE SAN ANDRÉS EN GRANADA
11/02/2013
La iglesia granadina de San Andrés comenzó a edificarse en 1528 por Cristóbal Navarro, bajo la dirección del maestro Rodrigo Hernández, siguiendo el estilo renacentista-mudéjar. La portada es obra iniciada por el cantero toledano Francisco de Godios y continuada por Juan de Marquina. La torre es obra de Alejo Sánchez (1539-1542) y supuso en su época una novedad por su planta rectangular, sus albanegas vidriadas, el remate rehecho en el año 1585 y el tejado totalmente vidriado, estableciendo un modelo para las torres mudéjares granadinas. En el interior del templo, del que solo se conservan los muros perimetrales, la torre y la armadura ochavada de la capilla del Marqués de Caicedo tras el pavoroso incendio sufrido en el año 1818, recibían culto un Cristo Crucificado del siglo XVI, conocido como Cristo de la Salud y atribuido al círculo de Diego de Siloé, y varios lienzos de pintores barrocos como Ambrosio Martínez o Vicente de Cieza, así como diversos altares y retablos neoclásicos entre otras piezas artísticas de carácter ornamental. En el siglo XX fue sede de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, que tuvo que abandonar la iglesia ante el inicio de unas obras de rehabilitación por problemas en la techumbre y humedades que ya se prolongan desde hace, aproximadamente, catorce años; de los cuales, ni la mitad se ha trabajado en el templo. El resto del tiempo está cerrado y sin que nadie comunique el estado real del inmueble y de sus obras, así como la previsión de finalización de las mismas. Solamente, al inicio de las obras de rehabilitación, se habló del propósito de crear en el mismo una posible sala cultural, dándole un uso alternativo al religioso. En el invierno del año 2010 uno de sus muros sufrió un derrumbe por las inclemencias meteorológicas. Hay indicios de que el interior del templo fue convertido en una zona de okupas, que, según el testimonio de vecinos, accedieron desde la casa del cura al interior del templo, y desvalijaron y agredieron parte del patrimonio que allí se encontraba. El exterior del templo se encuentra circundado por unas vallas metálicas que afean y distorsionan la portada ya restaurada, al parecer lo único concluido del mencionado proyecto de rehabilitación. Volviendo al interior del templo, hay constancia de que al menos dos altares neoclásicos han sido recientemente desmontados y trasladados a la iglesia parroquial de Gójar, municipio cercano a la capital granadina. En cuanto al Crucifijo de la Salud, la Virgen de las Angustias, las obras pictóricas y el archivo parroquial, se desconoce su estado de conservación, aunque según los datos recibidos permanecen en la iglesia; cuya sede provisional, la Iglesia de Santiago, también ha visto afectada su integridad por las recientes lluvias. Todo ello, unido a las intervenciones urgentes que reclaman, al menos, cinco templos más, demuestra el mal estado de conservación de los edificios religiosos en Granada. El pasado 9 de febrero tuvo lugar, tras cerca de cuatro años de cierre, la reapertura de otro emblemático templo albaicinero: San Miguel Bajo, sede canónica de la Cofradía de la Aurora; la cual, por su cuenta y riesgo, tuvo que hacerse cargo del remozado de su espacio cultual. En breve tiempo pasará a llamarse Iglesia de Santa María de la Aurora y San Miguel Bajo. |
Fotografía de www.albaicin-granada.com
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