Desde el año 2004 la Asociación Cultural de Amigos y Vecinos de Otal, está denunciando la crítica situación de la Iglesia de San Miguel de Otal, en el valle de Broto y comarca del Sobrarbe (Huesca), Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento. Al respecto, dicha asociación mandó un duro comunicado que ha sido comentado en Radio Huesca en el que se recoge que "se sienten discriminados" y que han sido tratados "no como ciudadanos, sino como súbditos". APUDEPA también hizo su propia denuncia en el año 2006. Lo cierto es que buena parte de la bóveda de la iglesia se hundió en el mes de abril de este año.

Sin voluntad política no es posible recuperar el patrimonio dañado y en esta ocasión así lo han demostrado en las Cortes de Aragón, sesión del 14/09/2012, los grupos parlamentarios en el poder, PP-PAR, cuando a solicitud de IU, que contaba con el apoyo del PSOE y CHA, han negado la intervención en el templo románico-mozárabe de Otal (construido en el siglo XI) poniendo como excusa lo de siempre, cuestiones económicas.

Mientras tanto, APUDEPA se pregunta ¿para qué sirve la Dirección General de Patrimonio Cultural? ¿Cumple bien su cometido? El pasado 26 de junio, el Director General comparecía en la Cortes declarando que había cincuenta y seis Bienes de Interés Cultural "treinta de los cuales han sido intervenidos con regularidad desde la Dirección General de Patrimonio Cultural, bien directamente o bien con las asociaciones que realmente se dedican a conservar el patrimonio cultural y que son ejemplo de cómo hay que colaborar". Observen que las palabras de Callizo tienen muchas lecturas. ¿Acaso bajo su punto de vista tener criterio, crear debate y apoyar a otros colectivos, no es trabajar a favor del patrimonio cultural?

En fin, más de lo mismo, el típico rifi-rafe entre el poder y la oposición, pues desde el 2004 hasta el 2011 bien podía el PSOE-PAR haber intervenido a favor de la iglesia. Hubiera sido infinitamente más barato, mucho más adecuado para los valores intrínsecos del patrimonio y más beneficioso para la sociedad.

APUDEPA responde a los diputados que más les valdría quitarse los coches y los chóferes a todos los que lo tienen, que son casi todos, y dar ejemplo, porque mientras tanto están deslegitimados. Y dicen esto porque recientemente en las Cortes ellos mismos han rechazado la propuesta para deshacerse del parque de automóviles. Bien saben que este grupo de iglesias del Serrablo concentró la atención de la pionera Asociación de Amigos del Serrablo que, con el inagotable y ejemplar Julio Gavín a la cabeza, logró desde finales de los años 60 del pasado siglo lo que era impensable en este país: que acabasen derruidas.

Por otro lado, la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (APUDEPA) considera en extremo lamentable la intervención sobre el Ecce Homo de Borja y siente dolor ante la pérdida de la obra de arte de Elías García. Así mismo, quiere llamar a la reflexión sobre el tratamiento distorsionado que la sociedad actual, guiada por los medios de información y comunicación, tiene y ofrece del patrimonio cultural. Que este tipo de hechos puedan ocurrir, incluso a pesar de la buena disposición por el Ayuntamiento de Borja, patrón del santuario, y del Centro de Estudios Borjanos (que denunció el hecho en su web), merece una reflexión seria.

APUDEPA urge un cambio en las políticas en patrimonio aplicadas por el conjunto de la administración aragonesa porque es evidente que no funcionan. La Dirección General de Patrimonio Cultural tiene que dar un giro copernicano a fin de que no ocurran este tipo de hechos. Para ello debe permitir la participación y a la vez educar a la sociedad en las buenas prácticas patrimoniales.

Para APUDEPA resulta extraordinariamente llamativo y lamentable que, pese a que en los últimos años se ha destruido el yacimiento neolítico más importante de España (la Cueva de Chaves, en Huesca), se ha derruido un castillo medieval en Venta de Ballerías, se ha demolido presuntamente un anfiteatro romano (el de Zaragoza), se han derruido cientos de edificios históricos catalogados, se han perdido irremediablemente pinturas murales románicas y mosaicos romanos, se han vaciado palacios catalogados Bien de Interés Cultural (lo que se sigue haciendo), desmantelado plazas históricas como la del Mercado de Calatayud y centros históricos como el de Fraga, Alcañiz o Huesca o parajes naturales como el del molino de San Pedro en Albarracín (entre tantos otros); pese a tanto destrozo del patrimonio cultural protagonizado por gobiernos, empresas y multinacionales, pese a tanto malgasto de dinero público, les resulta llamativo y lamentable que el único hecho que obtenga notoriedad nacional sea un triste caso protagonizado por una anciana sobre una obra de arte de calidad, pero menor. En la misma Borja en los últimos años se ha destruido ante el silencio de muchos y el desconocimiento de todavía más una de sus mejores arquitecturas civiles, la Casa de San Bartolomé.

Por todo ello, quienes trabajan diariamente sobre los gravísimos problemas que tiene y las enormes amenazas que se ciernen sobre el patrimonio cultural, animamos a la sociedad y a los medios de comunicación a que se interesen siempre por los gravísimos problemas de nuestro patrimonio y nuestro paisaje, y de manera proporcional, para evitar esa eterna tendencia de ser fuerte con los débiles y débiles con los fuertes.