SUPRESIÓN DE LA UNIDAD DE ARQUEOLOGÍA EN JEREZ DE LA FRONTERA
Domingo Martín Mochales (01/08/2012)
En el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera se está llevando a cabo un expediente de despido colectivo. Dentro de dicha regulación, y con unos modos que no tienen explicación (pese a que llevamos dos semanas solicitándola) "se ha decidido", de manera en principio anónima y sin que aparentemente hayan mediado informes en ningún sentido, eliminar la Unidad de Arqueología de la Delegación de Urbanismo. Para aquellos que no están al tanto de nuestras atribuciones, como parece suceder con nuestros responsables políticos directos, sólo deciros que lo que se ha realizado durante muchos años en esta unidad es gestión del patrimonio, sin más (ni menos). Todos conocemos la problemática existente en muchas ciudades que, siendo superiores a la media tanto en extensión como en habitantes, carecen en algunos casos de los instrumentos necesarios para la gestión y control del patrimonio arqueológico y su actividad asociada. Desde el estudio, redacción y publicación de la Carta Arqueológica Municipal (trabajo realizado en colaboración con los compañeros del Museo Arqueológico Municipal) nuestro mayor empeño ha sido siempre lograr que dicha carta no quedase en un mero compendio de información y se plasmase en una normativa de obligado cumplimiento que normalizase la actividad arqueológica inherente al crecimiento urbanístico de una ciudad con un reconocido potencial en patrimonio y una actividad de obras densa. Esto se consiguió elaborando todo un capítulo del PGOU vigente y actual (www.pgou.jerez.es), asumido y aprobado tanto por la Junta de Andalucía como por el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera. En él se normalizan las diferentes zonificaciones arqueológicas de la ciudad y se establece un procedimiento particularizado y consensuado con la administración competente en materia de patrimonio que garantiza la correcta documentación y tratamiento de todo resto arqueológico susceptible de afección en actividades urbanísticas. No acababa aquí nuestra labor, puesto que al margen de esta gestión se han llevado a cabo (se siguen llevando, hoy mismo sin ir más lejos) procedimientos menores de gestión de licencias, de asesoramiento a administración y particulares, de informes de disciplina… Sin olvidar que hemos estado presentes en numerosos proyectos municipales dirigiendo actividades arqueológicas de no poco calado, realizando las pertinentes memorias y dándoles difusión. Siguiendo unos criterios aun no desvelados pero que se nos antojan poco arbitrarios, estos diez años de labor ininterrumpida en la gestión urbanística en materia de arqueología realizada en esta ciudad, desaparecerán de un plumazo el próximo 20 de agosto, a la luz de los datos que poseemos hoy en día. Entendemos que la situación económica es mala, pero no entendemos por qué somos parte del problema y no de la solución. Pretender en este momento que Jerez de la Frontera se convierta en una ciudad industrial, en un centro importante de redistribución de grandes superficies no debería estar reñido con una apuesta (a nuestro juicio mucho más segura y saludable) por la valorización del patrimonio cultural de la ciudad y crear un tejido turístico de calidad, basado en recursos culturales que ya se poseen y que pueden empezar a rendir con una mínima inversión. Entendemos que se han ido a lo fácil. Nos consta que se ha ignorado sistemáticamente nuestra actividad en la esfera política municipal, justo aquella que ha tomado la decisión de eliminar nuestro servicio sin más, sin considerar siquiera que el trabajo que venimos realizando debe hacerse según leyes y normativas, y que se está renunciando a diez años de experiencia laboral en gestión del patrimonio. Ante esto nos queda el recurso personal de la lucha, pero vaticinamos que van a correr malos tiempos para el patrimonio jerezano, puesto que se va a volver a actuar sin más control que el que pueda poner Cádiz a través de la distancia, sin conocimiento directo de las licencias. Precisamente en estas últimas semanas se estaba fraguando la futura comisión local de patrimonio, una incoherencia más si tenemos en cuenta la extinción de nuestra unidad. Nuestra actividad a lo largo de estos diez años ha garantizado el trabajo de muchos de vosotros, compañeros y profesionales de la arqueología, en esta ciudad. A partir del próximo 20 de agosto de 2012 los componentes de este servicio público no podrán garantizar nada al respecto. Esperamos que esto no sea más que una etapa oscura en la historia de esta ciudad y que nuestra labor no caiga en el olvido, y que llegue a retomarse antes de que la piqueta de buena cuenta de la Historia con mayúsculas de Jerez de la Frontera. |
Nota de La Hornacina: Domingo Martín Mochales es Jefe de la Unidad de Arqueología
de la Delegación Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera.
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