LAS PINTURAS MURALES DE LA CRIPTA DE SAN LÁZARO EN MÁLAGA
23/10/2010
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Si no se lleva a cabo rápidamente una labor de restauración, las pinturas murales que se conservan en la cripta de la parroquia malagueña de San Lázaro, antigua capilla hospitalaria, corren un grave peligro de desaparición.
Las pinturas, atribuidas a Pedro de Hermosilla (principios del siglo XVIII), ya fueron objeto de una intervención de urgencia en los años 80 del pasado siglo debido a su lamentable estado. Pese a ello, lamentablemente se perdieron la cabeza de una de las parcas y parte del arco del transido que figura en el lado derecho del recinto.
El deterioro sigue imparable y, hoy en día, hay que sumar a las anteriores pérdidas la de parte de la zona inferior, incluyendo los pies, de la majestuosa figura del dios Cronos que preside la estancia.
La humedad es el principal causante de los problemas, no tanto el deterioro causado por el paso del tiempo, pues la calidad de los murales es muy buena; de hecho, las partes que no se encuentran afectadas por la humedad se encuentran en un notable estado de conservación. Por otro lado, se observan también desprendimientos de la preparación en algunas zonas, caso del extremo izquierdo situado justo al lado de la entrada.
Bajo los nichos de la cripta, hoy vacíos, subsisten algunos restos de huesos humanos que, en su momento, formaban macabros adornos en forma de tibias cruzadas sobre las que se situaba una calavera.
Es necesario que se proceda con la mayor celeridad para fijar los murales, adherir elementos desprendidos, eliminar daños causados por humedades y otros agentes, e impermeabilizar de alguna forma la cripta para evitar que vuelvan a reproducirse dichos males y conservar así un conjunto artístico tan interesante como singular en su género.
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