EL ANTIGUO CUARTEL DEL CONVENTO DE LA TRINIDAD DE MÁLAGA
http://salvemos-malaga.blogspot.com (12/05/2011)
En la imagen de la izquierda, restos de las construcciones militares (cocinas) con la capilla al fondo; en la imagen derecha, compás de la Iglesia de la Trinidad. |
La presencia de la orden trinitaria en Málaga data de 1491, momento en que los Reyes Católicos fundaron la iglesia de los santos Cosme y Damián en una mezquita cercana a las Atarazanas. Sin embargo apenas tres años después los monjes trinitarios se trasladaron al actual emplazamiento del convento, el mismo donde estuvo instalado el campamento militar de Doña Isabel de Castilla durante el asedio y toma de Málaga en 1487, gracias a la influencia de Francisco Ramírez, secretario de los reyes. Así se comenzó la construcción del monasterio en las primeras décadas del siglo XVI fusionando elementos renacentistas junto con mudéjares, de hecho los artesonados y armaduras de este espacio son de las más interesantes de la ciudad. A lo largo del siglo XVII sufrió importantes reformas que afectaron a la iglesia y al propio claustro. El claustro, de planta cuadrada, se divide en dos niveles. Los arcos de la planta superior son rebajados, mientras que los de la baja de medio punto. Las columnas sobre las que descansan los arcos son de fuste liso, en la galería inferior apoyan sus basas sobre un plinto recubierto por azulejos cerámicos. Los capiteles, por su parte, responden a un modelo cúfico estilizado con hojas abajo y toscano arriba. Las galerías que circundan el claustro están todas cubiertas por valiosos artesonados sobre ménsulas con cruces trinitarias, mientras que en la galería sur éstas son figurativas, con escenas alusivas a la moralidad y el pecado, siguiendo las tradiciones medievales sobre el bien y el mal. La iglesia, por su parte, es de planta de cruz latina y única nave con coro a los pies, la nave se cubre mediante una excelente armadura de par y nudillo, el crucero está coronado por una cúpula semiesférica. Durante su uso como cuartel, esta capilla fue dividida en dos niveles de altura para destinar el espacio a dormitorios. En torno al convento fue formándose a lo largo de la Edad Moderna uno de los barrios más señeros de Málaga, el cual adoptó el nombre de la orden trinitaria, el Barrio de la Trinidad. En el contexto de la desamortización de Mendizábal, en 1835 dejó de desempeñar funciones religiosas. En 1853 se instaló un cuartel del ejército, para lo cual se hicieron algunas modificaciones en el conjunto. Así a las primeras décadas del siglo XX parecen corresponder la gran mayoría de las instalaciones militares que han llegado hasta nosotros, como la crujía que da a la calzada de la Trinidad, las cocinas, muros almenados, garitas, y caballerizas. En el año 1974 dejó de desempeñar esta función, por lo que fue abandonado quedando en una situación deplorable. En 1980 fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. A lo largo de la década se sucedieron proyectos de rehabilitación que no prosperaron. Tras el cierre de los Museos de Bellas Artes y Arqueológico en 1997, los fondos quedaron sin sede para ser exhibidos. Frente al clamor ciudadano por instalar en el edificio de la Aduana de los museos de Bellas Artes y Arqueológico, los distintos gobiernos del PP mostraban su negativa aduciendo que su instalación en el convento de la Trinidad era más idónea. Sin embargo nunca se tomaron medidas encaminadas a su protección agudizándose aún más su lamentable situación. Así ha sufrido el expolio de algunas columnas del claustro (operación que requiere una preparación y una infraestructura), sin que las protestas de diversos colectivos vecinales hayan surtido ningún efecto en el sentido de dotar de uso a las instalaciones. Tras la llegada al gobierno del PSOE se apostó decididamente por la Aduana como Museo de Málaga, iniciándose las obras en la misma y olvidándose de nuevo la Trinidad. |
En la imagen de la izquierda, claustro del convento; a la derecha, escalera de reciente construcción. |
Durante el mandato de la consejera Rosa Torres se planteó la instalación en el recinto del denominado Parque de los Cuentos, una iniciativa única dedicada a recoger tradiciones orales y sobre el cuento, aunque de dudoso recorrido. Así en el año 2009 se llevaron a cabo catas arqueológicas que encontraron evidencias del campamento militar instalado aquí por Isabel la Católica entre otros restos, junto con la limpieza del conjunto. Este proyecto ya planteaba el derribo de los añadidos a la obra primigenia, aunque la falta de concreción en los plazos y la financiación han llevado al traste a esta idea. Con la figura de Paulino Plata al frente de la conserjería de Cultura se ha vuelto a poner en relieve la situación del convento. Desechada la idea del Parque de los Cuentos, ahora de propone la instalación de una sede del Instituto Andaluz del Patrimonio histórico junto con una Sede de Bienes Culturales y Patrimonio Mundial proyectada hacia el arte rupestre, lo que a todas luces es una excelente noticia, no tanto el anuncio de la demolición de todas las instalaciones militares por un montante que asciende a más de dos millones de euros. Lo cierto es que toda la infraestructura de carácter defensivo con el que se dotó al conjunto además de formar parte del paisaje tradicional del mismo desde hace más de un siglo, supo adaptarse con maestría a un edificio primigenio al que vino a complementar, de hecho tanto el claustro como la iglesia no sufrieron grandes reformas a excepción de la división en dos niveles de la antigua capilla para adaptarla a las nuevas necesidades militares, algo que hoy en día ya ha sido revertido (felizmente). Obviamente sí está justificada la eliminación de elementos muy puntuales que afecten al conjunto original, por ejemplo la caja de una escalera contemporánea situada en la fachada de la iglesia. Las edificaciones militares ni alteran la visión del conjunto ni suponen un añadido no armónico al mismo, todo lo contrario, lo complementan y establecen una sintonía respetuosa entre la arquitectura religiosa del siglo XVI y la militar del siglo XIX, la cual se adapta en volúmenes y texturas a la obra primitiva, cosa que años después hará el arquitecto Cirilo Salinas a la hora de levantar la vecina iglesia de la Trinidad con su interesante compás así como el convento de Nuestra Señora de la Paz. Pero lo más grave de toda esta historia no es el anunciado derribo de las instalaciones militares (con el abultado desembolso económico que ello conlleva) sino la posibilidad de nuevo abierta del establecimiento del Museo Arqueológico en este espacio según recientes declaraciones de la señora Celia Villalobos, un tema que parece no tener solución cuando la ciudad de Málaga no ha contado nunca unas dignas instalaciones museísticas para la exposición de los fondos arqueológicos de su museo, habiendo habido innumerables oportunidades perdidas por los sucesivos gobiernos. Por ello, con las obras de la Aduana bien encaminadas, volver a abrir esta “caja de Pandora” no puede si no traducirse en una mayor dilatación de los tiempos de espera para que Málaga cuente con un museo Arqueológico acorde con su importancia histórica. En el caso de que finalmente se decidiese el traslado de los fondos arqueológicos a este espacio (o por su parte la instalación de cualquier otra sede que se le ocurra al político de turno), ello traería consigo unas necesidades espaciales que dudo mucho que el claustro y la iglesia puedan satisfacer por lo que seguramente habría que volver a construir unos espacios para dar cabida a las nuevas necesidades, y ahí vendrá el problema dado que en pleno siglo XXI no se construirá a la manera del XVI ni del segundo tercio del XIX, y donde en otro tiempo hubo un conjunto en plena sintonía arquitectónica, se elevarán (por lo acostumbrados que ya estamos) nuevas estructuras que en nada contribuirán con el lenguaje del espacio nuclear, el antiguo convento de la Trinidad. Ningún grupo político con representación en el Ayuntamiento de Málaga, a excepción de Izquierda Unida, se ha posicionado en contra de unas actividades que vienen a atentar sobre un espacio de gran importancia histórico-artística, cultural y arquitectónica, tanto para el barrio de la Trinidad como para Málaga. |
Nota de La Hornacina: publicaba ayer el rotativo Diario Sur que hoy miércoles la Plataforma en Defensa del Convento de la Trinidad, integrada por casi 215 colectivos culturales, sociales y vecinales de Málaga, pedirá en el juzgado la paralización de la demolición prevista por la Junta de Andalucía de los antiguos pabellones militares junto a este monumento, declarado como hemos dicho Bien de Interés Cultural (BIC). |
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