LA ESPERANZA DE MANUEL TOLSÁ O EL NUEVO ECCEHOMO QUE LLEGA DE MÉXICO

27/02/2024


 

 

Manuel Tolsá nació en 1757, en Enguera (Valencia). Se trasladó a Valencia para llevar a cabo sus estudios de escultura y arquitectura en la Academia de San Carlos, desarrollando su aprendizaje al lado de maestros relacionados con dicha institución como José Puchol, quien le aconsejó continuar su formación en Madrid, donde tuvo como maestro a Juan Pascual de Mena, por entonces director de escultura de la Academia de San Fernando y antiguo mentor de Puchol.

Tolsá se embarcó a América desde Cádiz en septiembre de 1790. No llegó a Veracruz (México) hasta julio de 1792, tras una parada el año anterior en La Habana que le llevó más tiempo del previsto. Su vida profesional en la Nueva España abarcará casi 25 años, siempre ligada a la Academia de San Carlos.

Tolsá intervino en grandes proyectos: como escultor realizó la estatua ecuestre de Carlos IV, esculturas para las catedrales de Ciudad de México, Puebla o Morelia, o el busto de Hernán Cortés; como arquitecto, diseñó los palacios de Minería, Buenavista (actual Museo de San Carlos) y Apartado, todos ellos en Ciudad de México. Cada una de sus obras sigue rigurosamente el estilo académico o neoclásico.

También llevó a cabo Tolsá la conclusión de la Catedral de Ciudad de México, realizando, entre otros trabajos de escultura y arquitectura, las tres figuras pétreas de tamaño superior al natural (miden, aproximadamente, 265 cm de altura) que coronan la fachada central y simbolizan las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad (detalle de esta última en la imagen superior).

 

 
 
 
 
Fotos: Francisco Ramos Olvera

 

El fuerte terremoto del 19 de septiembre de 2017 provocó la caída de la Esperanza desde una altura de 60 metros (la escultura quedó hecha añicos y con la cabeza pulverizada e irrecuperable), así como deterioros en las otras dos. El INAH se comprometió entonces a restaurar los daños provocados al conjunto de esculturas. Tanscurridos siete años y, bajo la misma dirección general del INAH, se anunció que el pasado 24 de febrero serían colocadas las tres esculturas en su lugar. Sin embargo, como pueden ver en las fotografías, la Esperanza ha llegado con una nueva cabeza que muestra un trabajo ajeno al magistral trazo de Manuel Tolsá (imágenes superiores).

Así lo ha denunciado El Caballito, grupo online dedicado a promover el conocimiento, la preservación, la protección, la divulgación y la denuncia en referencia a información fidedigna acerca del patrimonio artístico, histórico y cultural de México. El grupo, que toma su nombre del apodo con el que se conoce al citado retrato ecuestre del rey Carlos IV, ha calificado la restauración de la Esperanza de "incorrecta" y de haberse repuesto "una efigie grotesca", en alusión a la nueva cabeza, realizada por el cantero Esteban Reyes sin guardar la estética de la anterior.

Para el grupo, la nueva cabeza responde a una "pésima restauración" pese a haber estado dirigida por el INAH. La pieza repuesta, según El Caballito, "es una reinterpretación con una estética de los años 40 ó 50 del siglo XX de la escultura mexicana", tal y como ha declarado uno de sus responsables, José Carlos Canseco Gómez, al diario mexicano EXCELSIOR, "lo cual no significa cuidar ni preservar el trazo de Tolsá".

Lo anterior explicaría, según el grupo, que apenas hayan trascendido fotografías del rostro de la Esperanza de cara a su colocación. Tampoco ha resultado satisfactoria la restauración de la Fe (imagen inferior); que al igual que las otras dos, ha sido sometida a trabajos de limpieza, restauración y conservación, pero a la que no han repuesto las piezas faltantes, como el antebrazo derecho y partes del penacho de plumas que remata el casco.

 

 

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