ESTADO DE ABANDONO DE UNA DOLOROSA SALZILLESCA EN MURCIA
Santiago Rodríguez López (03/08/2007)
Con motivo de la exposición Salzillo, Testigo de un Siglo, celebrada durante estos meses en la ciudad de Murcia, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de la Parroquia de San Lorenzo de Murcia, obra del célebre escultor e imaginero Francisco Salzillo, fechada en torno al año 1767, fue trasladada a una de las Salas del Museo Salzillo, una de las sedes de la muestra, para formar parte de la misma. Para ocupar el lugar que dejaba en su altar la efigie de Francisco Salzillo, el comité organizador tuvo la feliz idea de solicitar una imagen de similares características a la Iglesia de Santa Eulalia, siendo cedida sin problema alguno. El simulacro pasa por ser una fiel réplica de la Dolorosa que Salzillo realizase para la Cofradía de Jesús Nazareno de Murcia en el año 1756, no conociéndose ningún dato sobre su hechura, aunque sus rasgos formales nos remitan a las maneras de Roque López, discípulo aventajado de Francisco Salzillo. Durante la polémica y más que cuestionada restauración del templo barroco de Santa Eulalia, ésta y otras imágenes atribuidas a Francisco Salzillo, Roque López y Francisco Sánchez Araciel fueron retiradas del culto y pasaron a un trastero habilitado en la tribuna alta de la iglesia, en precarias condiciones y expuestos al polvo y la humedad. Mientras, la iglesia fue despojada de sus altares, a excepción de los del crucero y el presbiterio, y se adaptó a las exigencias de la liturgia propia del movimiento neocatecumenal, derribando incluso un antiguo camarín barroco para ubicar en su lugar un confesionario. |
La imagen de la Dolorosa ha llegado a nuestros días en un estado lamentable. Las partes visibles de la misma presentan numerosos daños, sufriendo diversas lagunas cromáticas, una gruesa capa de suciedad, pérdida de pestañas y lágrimas y diversos repintes, además de una evidente oxidación de barnices. El estado de la estructura interna de la misma, candelero y articulaciones, es más que preocupante. Tras la clausura de la magna exposición Salzillo, Testigo de un Siglo, la Dolorosa que recibe culto en San Lorenzo volverá a ocupar su hornacina, mientras que la de Santa Eulalia posiblemente vuelva a su indigno destierro. La situación de esta imagen y de las que la acompañan en los trasteros de la parroquia es realmente preocupante. Ya que en su momento no se puso solución ni se castigó la terrible reforma del templo, sería conveniente que tanto patrimonio como el obispado tomasen cartas en el asunto e intentasen dar una solución a este grave atentado contra el patrimonio murciano. |
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