La Puerta de Ramos de la Catedral Nueva de Salamanca, realizada a mediados del siglo XVI, fue restaurada en 1993 con motivo de la exposición Las Edades del Hombre. La parte baja de la portada había sido destruida por la humedad y se reconstruyó totalmente con sus baquetones, paños de follaje y columnillas; pero no se trataba de llamar a engaño a los observadores, sino de reproducir el efecto de claroscuro que se lograba con ello.

El mimetismo habría hecho creer, pasado un tiempo, que la portada entera era antigua. Introduciendo elementos contemporáneos se conseguía datar las tallas y hacer un guiño al trabajo de los canteros antiguos, que incluían elementos de la vida profana en sus trabajos. Es por eso que podemos ver un astronauta tallado por Miguel Romero Manso en la fachada de la Catedral Nueva de Salamanca.

A quien le parezca una banalidad o irreverencia la inclusión del que ya es el famoso Astronauta de Salamanca, no tiene más que observar la cantidad de imágenes de monstruos, escenas mundanas, grotescas e incluso eróticas que pueblan las sillerías de los coros, los canecillos o capiteles de iglesias y catedrales. Todo ello da cuenta del mundo de fantasía, de obsesiones e incluso del sentido del humor de los canteros medievales.

Lamentablemente, el astronauta, tallado por Romero Manso en piedra de Villamayor, acaba de sufrir la amputación de su brazo derecho. Aunque por el momento se desconocen los detalles sobre cómo se ha producido, todo los indicios apuntan a que una de las simbólicas figuras de la Catedral, objeto de deseo para fotografiar por los turistas que visitan la ciudad castellana, ha sufrido un acto vandálico que le ha provocado la pérdida de dicha extremidad.

No es la primera vez que este emblemático motivo que adorna una de las jambas de dicha portada -labrado por Romero continuando la vegetación original, junto con las anacrónicas esculturas de un dragón sosteniendo un cono de helado, un lince y una cigüeña; todo ello bajo la dirección del arquitecto Jerónimo García de Quiñones y siguiendo la idea estructural del ingeniero francés Baltasar Devreton- es víctima de una agresión, ya que hace unos años, como podemos observar en las fotografías, su rostro sufrió otro ataque.