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La coordinadora provincial del Partido Animalista Con el Medio Ambiente (PACMA) en Sevilla, Clara Márquez, ha afirmado a EFE que trabajadores del Centro Municipal Zoosanitario de Sevilla han fumigado a las abejas que anidan en la imagen del Cristo crucificado de bronce, conocido popularmente como Cristo de las Mieles, que desde 1897 se alza sobre un Gólgota en la rotonda principal del cementerio hispalense de San Fernando, por lo que Márquez ha pedido una explicación a Silvia Pozo Sánchez, concejala delegada de Salud, Comercio y Cementerio del Ayuntamiento de Sevilla.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla ha defendido que no había forma técnica de recolectar las abejas acumuladas en la escultura, por lo que se tuvo que eliminar la colmena, actuación que se hizo "conforme a la Ley", según el consistorio.

Márquez ha afirmado que no entiende las razones que justifiquen "la exterminación de un animal protegido, especialmente cuando su presencia es esencial para la preservación de la biodiversidad". El Ayuntamiento de Sevilla insiste en que se ha cumplido con el artículo 61.1 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que habla de excepciones a la protección animal "si de su aplicación se derivaran efectos perjudiciales para la salud y seguridad de las personas". En este caso, ha afirmado, "el cementerio pide ese servicio para proteger a los trabajadores”, y fue imposible recolectar las abejas, que en casos similares se donan a asociaciones de apicultores, a lo que ha añadido que PACMA alude a una ley "de hábitat natural, pero esta actuación ha sido en un ámbito urbano".

PACMA aporta un vídeo donde se observa cómo dos operarios fumigan la parte superior de la imagen, concretamente el hueco situado en el interior de la cabeza de la escultura donde, desde el siglo XIX, anidan las abejas. En el vídeo vemos a los operarios introducir un líquido a presión en el orificio de la boca, que posteriormente taponan con papel para introducir de nuevo líquido, de modo que las abejas quedan atrapadas en el interior de la imagen y son exterminadas.

La coordinadora de PACMA ha solicitado a la concejalía de Salud, Comercio y Cementerio del Ayuntamiento de Sevilla, entre otras cosas, una descripción detallada de la intervención realizada, incluyendo el informe técnico previo, si lo hubiera, y los motivos, justificación y objetivo de dicha intervención.

El escultor sevillano Antonio Susillo (1855-1896) realizó en 1895 esta estatua, cuyo título es Cristo de la Misericordia, con la cabeza hueca para aligerarla de peso, lo que hizo que, desde entonces, las abejas anidasen en su interior formando una colmena. Se la conoce como el Cristo de las Mieles porque en épocas de mucho calor brota por su boca la miel que elaboran estos insectos, lo que provocó incluso que El Vaticano lo estudiase como un posible milagro cuando se comenzó a observar este curioso fenómeno por los visitantes del cementerio sevillano.

Bajo tan singular escultura de bronce, objeto de numerosas leyendas, reposan desde el 22 de abril de 1940 los restos mortales de su autor. Para algunos, el suicidio por arma de fuego del escultor fue consecuencia del grave error cometido en la disposición de los pies del crucificado, que realizó en 1895, poco antes de su muerte. Sin embargo, todo apunta a que la dolencia psíquica de Susillo, con fuertes episodios de depresión, agravada por los problemas derivados de su matrimonio, contraído tras la ejecución del Cristo de las Mieles, fue la causa de su trágico final a los 41 años de edad.