10 ARTISTAS QUE ROMPIERON TABÚES SEXUALES EN TIEMPOS DE HOMOFOBIA (II)

28/06/2024


 

Los expertos señalan que un motivo importante por el que "no había" sujetos homosexuales en contextos históricos de siglos pasados es porque las propias sociedades se encargaban de imposibilitar un marco en el que estos ciudadanos existieran como tales.

La invisibilidad de algunas orientaciones sexuales en numerosas culturas no se debe, por tanto, a la ausencia de esa realidad -como afirman teorías obsoletas que hablan de la homosexualidad como un fenómeno reciente-, sino al silencio, la prohibición y la amenaza del heterosexismo, que alcanzó también al arte y a los artistas, varones por entonces en su gran mayoría.

 

1
 
 
 

Salai


Salai, que podríamos traducir como "diablillo" o "pícaro", es el apodo que le gustaba dar a Leonardo da Vinci, como está documentado en sus escritos a partir de 1494, al niño que había acogido en su casa cuatro años antes, cuando sólo tenía diez años de edad, y con el que Leonardo viviría durante casi un cuarto de siglo; primero como dependiente y luego como ayudante y modelo, además de convertirse, según nos cuentan las fuentes, en su alumno, amante y compañero de vida hasta pocos años de su muerte, cuando ocupó su lugar, y quizás también su corazón, el joven aristócrata Francesco Melzi.

 
 
2
 
 
 

Benvenuto Cellini


Lo cierto es que la homosexualidad era frecuente en la comunidad artística de la Florencia del Renacimiento -en alemán, el término "florenzer" era sinónimo de homosexual-, sobre todo en el círculo de Verrocchio, maestro de Leonardo, que no se casó nunca al igual que su discípulo y Botticelli, quien llegó a ser acusado de sodomía. Entre los artistas homosexuales encontramos también a Donatello, a Miguel Ángel y al orfebre y escultor Benvenuto Cellini, el cual llegó a ser condenado dos veces por sodomía.

 
 
3
 
 
 

Rosa Bonheur


La más importante pintora romántica francesa solicitó una "permission de travestissement" para vestir permanentemente de hombre "por razones de salud". Bonheur era lesbiana, llevaba pelo corto, fumaba y asistía sola a las ferias de caballos para poder dibujarlos. A pesar de haber roto con todas las convenciones, tuvo un éxito profesional sin precedentes.

 
 
4
 
 
 

Eugène Jansson


Descrito como el primer pintor gay sueco, en 1905 alcanzó el reconocimiento como artista gracias a sus monumentales pinturas para Estocolmo, inspiradas en los simbolistas franceses. Después de haberse ganado la estima tan deseada tanto por la crítica como por el público, Jansson inmediatamente abandonó para siempre el estilo que había dado lugar a su éxito y se aisló durante unos años para aprender a pintar el desnudo masculino, algo que siempre había querido hacer.

 
 
5
 
 
 

Francesco Borromini


Despreciado durante siglos, Borromini, llamado Francesco Castelli, goza hoy de reconocimiento unánime y está considerado como uno de los grandes maestros de la arquitectura barroca. Recientes biografías afirman que fue gay, sobre todo dada su rocambolesca muerte por arma blanca en la que tuvo que ver su criado, al parecer también su amante. Todo apunta a que el artista, de atormentado carácter, se suicidó por celos, o incluso a que recibió una puñalada mortal en una discusión, que encubrió para proteger a su pareja.

 
 
6
 
 
 

John Singer Sargent


La vida cosmopolita, pero sentimentalmente solitaria, del pintor italoamericano, principal retratista de su generación, está siendo analizada bajo una nueva perspectiva, como exploró el Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid) con Amor diverso: su extensa red de amigos, sus dibujos de desnudos masculinos, la cautela hacia su vida personal... Esto último llevó a que su familia quemara sus papeles personales tras su muerte -no así su extensa colección de los citados dibujos-, por lo que los únicos documentos de los que disponemos son sus obras de arte, de intenso homoerotismo la mayor parte.

 
 
7
 
 
 

Emma Stebbins
Foto: Leo Reynolds


La artista estadounidense se mudó a Roma en 1856 para estudiar escultura. Allí se encontró con una comunidad formada por otras mujeres de su país que, desafiando también las convenciones, trabajaban como artistas. Mientras se dedicaba a su arte y disfrutaba de su nueva libertad en Roma, Emma descubrió que desarrollaba una conexión profunda y amorosa con la actriz Charlotte Cushman. Los dos se unieron, se convirtieron en pareja y convivieron por el resto de sus vidas.

 
 
8
 
 
 

László Mednyánszky


Mednyánszky era barón, gay y el más prolífico y desconcertante de todos los pintores húngaros activos entre el siglo XIX y el XX. Vástago de una familia aristocrática con raíces en lo que entonces era la Alta Hungría -hoy Eslovaquia-, le importaba poco el dinero y regaló toda la fortuna que heredó. Para sus cuadros posaron muchachos campesinos, gitanos, cocheros, vagabundos suburbanos, bohemios y similares. Mednyánszky pintó una pasional galería de retratos masculinos.

 
 
9
 
 
 

Laudomia Forteguerri


Se considera a esta aristócrata del siglo XVI la primera escritora lesbiana de Italia. Alcanzó fama por sus poemas dedicados a la princesa Margarita de Austria -en la imagen superior, retratada por Antonis van Dashorst Mor-, hija natural del emperador Carlos V, con la que probablemente tuvo un vínculo amoroso. Mujer independiente y decidida, Forteguerri participó activamente en la defensa de Siena durante el asedio de la ciudad llevado a cabo en 1555 por los españoles y florentinos de Cosme de Médici, comandando un grupo de mujeres dedicadas a la construcción de fortificaciones.

 
 
10
 
 
 

Caravaggio


La documentación más abundante y fiable que tenemos de la vida de Caravaggio es de naturaleza judicial, y ha servido como base para crear su imagen de hombre violento; un hombre que, por otro lado, vivía en una época violenta. En lo referente a su orientación sexual, dicha documentación sugiere una personalidad ambigua. Todo apunta a que era bisexual, pues los papeles revelan que tuvo conflictos con mujeres y una convivencia regular con prostitutas, si bien se manifiesta una notoria preferencia por los hombres jóvenes. Con su discípulo Francesco Boneri, unos 10 años más joven que él, vivió una dilatada relación personal y profesional.

 

Primera entrega en este

 

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