Jesús Abades (15/11/2021)
Casi siempre empezamos las entrevistas hablando de los inicios o de la formación de los artistas, pero en este caso, lógicamente, queremos comenzar con nuestra enhorabuena por el galardón y el gran apoyo que tuvo, no solamente en Lorca, sino en muchos puntos de Murcia, Alicante o Andalucía. También tenemos que preguntaros, por las circunstancias tan especiales de la obra premiada, si la talla de la Virgen de la Aurora ha supuesto para vosotros un antes y un después, e incluso si podemos hablar del encargo que os dio públicamente el auténtico aldabonazo de salida como profesionales de la escultura sacra. Sebastián Martínez Cava (SMC): En verdad ha sido el primer encargo de talla en madera de estas dimensiones. Estamos muy agradecidos a la Hermandad de la Aurora por confiar de esta manera en nosotros porque, hasta entonces, no se había visto hasta el momento una imagen nuestra con esas dimensiones. Habíamos hecho imágenes en madera pero de pequeño formato, como la que hicimos para el convento de las Anas en Murcia, pero en ese tamaño, no. En Lorca confiaron muchísimo en nosotros, y nosotros nos volcamos en recuperar esa imagen. También nos dieron mucha libertad dentro de la recuperación de la talla perdida de Salzillo. Juan Martínez Cava (JMC): Los que estamos empezando a trabajar en esto, necesitamos personas que confíen en nosotros, que nos tiendan las manos y apuesten por nosotros. Realmente, fue un gesto de valentía por parte de la Hermandad de la Aurora venir a nosotros después de haber visto nuestras obras de pequeño formato y composiciones para particulares. Apostar por nosotros para realizar esa obra que, en realidad, era recuperar la devoción de la Aurora que había en Lorca. Una Aurora la de Lorca que, encima, era la antigua Aurora del maestro Francisco Salzillo, una imagen cuya pérdida dolía a la gente de Lorca. Para nosotros haber podido tener el privilegio de recuperar esa obra en este tiempo fue realmente un regalo. Como ha dicho Sebastián, no solamente se trató de recrear una imagen desaparecida, sino de tener la libertad para poner vuestro estilo y dejar vuestra huella en ella. Eso también es algo muy de agradecer. SMC: Correcto, es de agradecer siempre, y además, nuestro estilo se adaptaba muy bien en este caso porque seguimos la escuela barroca murciana. Aunque siempre nos dijeron que teníamos que respetar la composición antigua, por ejemplo que la Virgen apareciera con su niño al lado, la bola, etcétera, también nos dieron esa libertad para poder modificar la postura de algún ángel y demás. Eso fue un acierto total, o así lo creemos, porque dentro de que recuerda y se puede ver la imagen antigua, podemos mostrar también esa parte nuestra en esta primera obra grande que a nosotros nos marcó y por la que recibimos el premio. Ahora sí vamos a hablar de vuestros inicios. ¿Cómo decidisteis dedicaros mundo del arte y al de la imaginería en particular? ¿Viene la vocación por inquietudes artísticas o cofrades o por antecedentes familiares? Contadnos. JMC: Antecedentes familiares artísticos no hemos tenido. Comenzamos en esto sin tener ningún referente, ni en la familia ni en los amigos. Cuando nos lo preguntan, siempre digo que nuestra vocación no vino cuando éramos niños. De pequeños no queríamos dedicarnos a ser escultores. Esto vino con el paso del tiempo y a raíz de las maquetas que realizábamos para nuestro disfrute personal. Trabajábamos para nosotros sin pensar que esto algún día podría tener esta salida. Aparte, a unos padres cómo les explicas que quieres ser imaginero y que es un trabajo que va a tener futuro, cuando, aquí en Murcia, no tenemos una cultura como la que hay en Andalucía, en la que sí es un oficio que tiene proyección. Como te digo, empezamos modelando miniaturas para nosotros, pero luego nos las pidieron para exponerlas en un escaparate del barrio, y fue entonces cuando empezaron a venir los encargos. Unos encargos que nosotros tomábamos porque con esos trabajos, disminuíamos los gastos que tenían nuestros padres con nosotros en materiales, que eran muchos, sobre todo con el barro. Cuando nos tocó por edad estudiarlo, ya teníamos nociones de modelado en barro, de hecho sabíamos modelarlo bastante bien ya que fue con las miniaturas en barro como empezamos. Entonces, todo surgió a la hora de exponer esas maquetas que realizabais de vuestras devociones personales o de los pasos procesionales de Murcia. SMC: El germen por el que tocamos el barro fue la Semana Santa, por querer tener reproducidas esas imágenes de nuestra devoción que veíamos en las procesiones de toda la Semana Santa, no solo de Murcia. Con esas maquetas incluso jugábamos con nuestros amigos. Cuando alcanzamos cierto nivel, la gente al verlas nos preguntaba si no habíamos pensado en ser escultores de profesión y dedicarnos a esto, y la verdad es que no lo habíamos pensado, nos pilló un poco de primeras. Pero llegaron los encargos, el primero unos bustos del San Antón de Salzillo, de la hermandad de nuestro barrio, para entregarlos en las cenas a los hermanos que premiaban. A partir de ahí fueron llegando más encargos sin parar, y así fue como, sin buscarlo, nos metimos en este mundo. Y desde entonces, hace ya trece años porque empezamos en 2008, estamos en ello. JMC: Otra cosa que nos dio a conocer muchísimo fue cuando una persona nos dijo que esas imágenes que hacíamos para nosotros, teníamos que bendecirlas. Entonces comenzamos a llevar algunas maquetas a las iglesias y los sacerdotes nos las bendecían. Eso también provocó un boca a boca que fue otra forma de darnos a conocer y recibir encargos. Las redes sociales las hemos tenido desde hace bien poco, llevábamos muchos años trabajando hasta que nos dimos a conocer por ellas. De hecho, solo dos días antes de la presentación de la imagen de Nuestra Señora de la Aurora, comenzamos a tener redes sociales. Yo creo que habéis sido de los más jóvenes en empezar. Y llama la atención, sobre todo, la rapidez con la que os habéis dado a conocer y os han venido esos encargos. JMC: Además, nos vinieron desde un principio a encargar obras en madera, pero preferimos esperar un poco, dejar que esos trabajos los hicieran otros imagineros, y realizar encargos de madera y de más envergadura cuando estuviéramos más preparados para ello. La primera obra que hicimos en madera fue el Santo Domingo para el Convento de las Anas de Murcia, y fue realmente una aventura porque nos pidieron un boceto, les presentamos un dibujo y nos dijeron que muy bien, pero que lo querían en madera, y nada, nos envalentonamos y dijimos que sin problema. Cuando salimos del convento, nos miramos los dos y nos dijimos: "pero bueno, si no hemos tocado en la vida la madera". Y nada, nos pusimos manos a la obra porque siempre hemos tenido muy claro que, si nos queríamos dedicar a esto, teníamos que trabajar la madera, y a partir de ahí, hicimos lo siguiente: en vez de añadir barro para hacer distintas partes de la anatomía, como por ejemplo poner dedos a una mano, empezamos a practicar quitando el barro para asemejar que quitábamos la madera, como si desbastásemos un taco de barro para sacar el modelo del interior. Y así empezamos. SMC: Se puede decir que hemos trabajado el barro desde siempre de esa forma, porque incluso cuando empezábamos a hacer nuestras cosas, quitábamos en vez de poner para sacar, por ejemplo, una cara. Creemos que por eso no nos ha costado tanto dar el salto de un material a otro. Tenéis mucha relación con el maestro José Hernández Navarro. ¿Ha sido él quien os ha ayudado o se puede hablar de algún otro maestro que os haya ayudado a desarrollar vuestro trabajo? SMC: Pepe Hernández es una persona encantadora y todo el que lo conozca va a decir lo mismo. Lo hemos conocido personalmente hace muy poco tiempo. Su obra sí la conocemos desde niños, por supuesto, lo hemos admirado y hemos hecho réplicas suyas, porque se aprende de todo en los antecesores que tenemos, pero, como he dicho, conocerlo y tratarlo personalmente, hace relativamente poco tiempo. No hemos estado en su taller aprendiendo, hemos ido como visitas o para compartir cosas, hablar... pero contacto hemos tenido poco. JMC: Lo que nos acercó mucho a él fue nuestra colaboración en el Belén de la Pava de Murcia. Ese belén es de él, y los miembros de la peña de ese belén, que son vecinos nuestros y nos conocen, nos pidieron un nacimiento para una rifa en Navidad. Tuvo tal éxito ese nacimiento que nos dijeron que ya no gastaban más dinero en rifas, que lo gastaban para el belén, y a partir de ahí, cada año, nos encargan algo. Y así, viendo las figuras, es como conocimos a Pepe Hernández, pero nosotros no hemos estado nunca aprendiendo en su taller. Se puede decir, por todo lo que lleváis comentado hasta ahora, que sois totalmente autodidactas. SMC: Efectivamente. Hemos aprendido ensayando, equivocándonos y volviendo a empezar. Yo creo que fueron unos siete años de aprendizaje propio, no hemos aprendido con nadie. En las retransmisiones cofrades, cuando invitaban a los escultores, les escuchábamos, y cuando, por ejemplo, hablaban de elementos como el pan de oro, la cola de conejo, etcétera, íbamos a la tienda a comprarlos, y allí preguntábamos cómo se utilizaban. Luego, en el taller, practicábamos hasta que veíamos que nos salía bien. Igual que para modelar, preguntábamos o escuchábamos cómo se podía llegar con el modelado a lugares tan pequeños como la zona de los dientes, y nos decían con alfileres, agujas... Uno va dando vueltas a todo, mira los fallos e intenta corregirlos. Cuando pasa el tiempo, te das cuenta que has llegado por tus propios medios y recursos a técnicas que ves en los demás escultores. Recuerdo el caso del estudio de los ojos de cristal y de cómo se colocaban antiguamente en las imágenes en Murcia; todo el mundo tenía un pensamiento equivocado de cómo era eso aquí, incluso con restauradores amigos murcianos hemos compartido ideas de cómo iba su colocación y se han dado cuenta de cosas en las que no cayeron nunca, hasta lo han incluido en sus tesis doctorales y nos han nombrado. |
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Nuestra Señora de la Aurora para Lorca. Obra premiada |
Después de todo lo que hemos hablado, ¿os imaginabais haber llegado a realizar obras como la Virgen de la Aurora para Lorca o el San José que acabáis de entregar en la Catedral de Almería? SMC: Hasta esas cotas, no. Uno imagina, aprende y trabaja, todos los días seguimos aprendiendo para subir y mejorar en nuestras obras, pero no te esperas nunca encargos como los que has mencionado. El mayor premio de nuestro trabajo es la acogida de la gente al ver las obras y cómo se emocionan con ellas cuando están terminadas. Podrán venir muchas imágenes más, pero sabemos que la Virgen de la Aurora se va a llevar siempre nuestro cariño. Muchos encargos han venido después del Premio La Hornacina, por lo que estamos muy agradecidos a la página ya que ha sido un escaparate tremendo. Precisamente, el encargo de San José vino a través del premio, y otros artistas a los que consultaron nos avalaron, y luego se formalizó el encargo. JMC: También pasa que, cuando las personas que encargan una obra y vienen al taller las primeras veces y la ven en madera, se desesperan. Sobre todo con la Aurora, nuestra primera talla grande en madera. Y lo entendemos, entre la incertidumbre por el tamaño y ser un gran reto para nosotros, y por otro lado, las ganas de ver un proyecto acabado. Es como una mezcla de todo ello. Cuando la obra se acaba y ves la emoción de la gente, y además siendo la Virgen con la que hemos ganado el premio, es un doble motivo para que esa imagen se lleve nuestro cariño y tenga siempre un lugar muy especial dentro de nuestras obras. Por nuestra parte, deciros que, cada vez que publicamos una obra vuestra, la gente muestra muchísimo interés por vuestro trabajo. Por ejemplo, con el San José para Almería mucha gente que nos ha escrito y preguntado por su publicación. El público espera vuestras obras, se vuelca con ellas y os tiene gran cariño. JMC: Nosotros agradecemos enormemente ese cariño porque al final es la huella que te deja y lo que te motiva a trabajar y a seguir adelante. SMC: Al fin y al cabo, para eso son creadas las obras, para la devoción. Ni el nombre de uno ni nada, sino para la devoción y disfrute de los demás, y que a la gente, cuando las mire, les nazca el rezarle. Con lo que nos dices que el público se vuelca con nosotros, nos halaga y nos sigue sorprendiendo, estamos muy agradecidos. A raíz de lo que ha dicho Sebastián sobre el proceso de realización de vuestras obras, ¿el momento que más os gusta es cuando los clientes llegan al estudio y las ven terminadas? SMC: Es que creemos que es muy importante ese momento. Presentar la obra a esa persona o a ese grupo de personas que han confiado en ti y en tu trabajo. Cuando llegan al taller y la ven acabada, en ese momento solemos estar muy pendientes de ver cómo reaccionan, para ver si hemos cumplido con sus expectativas. Si están todos contentos, uno puede quedar contento con su obra. Pero también, y es lo más importante, tiene que quedar contento con quien te la ha encargado, es lo primordial, y cuando ves que se emocionan, te sientes satisfecho. Con el encargo de la Aurora nos visitaron cuando a la Virgen se le veía ya la cara policromada, estaba muy avanzada pero no terminada, pero desde ese momento, mostraron su satisfacción llorando delante de ella. Esos momentos se te quedan grabados. Cualquier imaginero creo que te puede decir lo mismo, es una cosa que te llena por completo. Luego, cuando llega la presentación pública y la bendición, también hay momentos que no se nos van a olvidar jamás, como la acogida que Lorca le dio a la Aurora, sobre todo la de sus madrinas, las madres clarisas. Es algo que no se puede explicar y es lógico que se te quede en la memoria como difícil de olvidar y muy importante. Esos momentos inexplicables son la mayor recompensa que un escultor tiene. También me ha llamado la atención un comentario de Juan que me ha recordado otra entrevista en la que me dijeron que lo interesante, y lo que no te limitaba, no era la meta sino el camino. ¿Pensáis lo mismo? JMC: Así es, continuamente estamos abiertos a seguir aprendiendo. De hecho, continuamente se aprende, quieras o no. Sabemos que nuestro trabajo, por ejemplo, tiene fama por las buenas réplicas, y que mucha gente comenta que hay unos chicos en Murcia que hacen unas réplicas muy buenas de Salzillo. La realidad es que a nosotros nos da mucha pereza hacer réplicas, pero también vemos normal que, ante lo que hemos realizado, vengan al taller a pedirte, por ejemplo, un San Juan para su pueblo como el de Salzillo. Siempre respetamos las peticiones de la gente, aunque al fin y al cabo estés replicando modelos que coartan tu creatividad, porque una réplica siempre queda valorada por debajo del original, y más si hablamos de obras de un maestro como es Salzillo. Pero por encima de todo, a nosotros lo que más nos interesa es dar a conocer lo que podemos y somos capaces de hacer. Dar todo lo que nosotros tenemos. SMC: Además, porque nos consideramos, por así decirlo, aprendices de la obra de Salzillo, seguimos su estilo y su escuela. Se dice que somos muy pictóricos con las composiciones y es verdad, nos valemos mucho de la pintura y metemos muchos ángeles volando y elementos así en nuestra obra. JMC: Ya de antes, en los belenes por ejemplo, incluíamos casi siempre una ráfaga para poder poner a Dios Padre en la composición, porque al igual que los ángeles, nos gusta mucho el dinamismo que le da al conjunto. Cuando nosotros empezamos a hacerlo, hacía tiempo que no se veían composiciones con ráfagas grandes o ángeles volando y querubines. Cuando nos encargaron la Virgen de la Aurora, también implantamos ese elemento y a la gente le está gustando. SMC: Seguimos el estilo de nuestra tierra, pero con nuevas composiciones porque es lo que nos gusta. Aparte de esos comentarios que la gente os hace respecto a Salzillo, los historiadores más cercanos a nosotros no os consideran una mera copia, sino que hablan de los Martínez Cava como los seguidores más tardíos de su estilo. Aunque estéis dentro de la estela salzillesca, esos expertos os ven con una personalidad propia. JMC: Eso precisamente es lo que nosotros queremos que la gente vea. Somos murcianos, nos hemos criado viendo la obra de Francisco Salzillo y nos gustan esas líneas dieciochescas, ese sabor antiguo de Murcia. Sevilla tiene una escuela y la siguen muchos, y aquí en Murcia quedamos tres: Antonio Castaño Liza, sobrino de Francisco Liza Alarcón, y mi hermano y yo. Somos los que seguimos con el estilo murciano. Si no estuviéramos nosotros, se perdería. La creación es ilimitada, nunca tiene fin, y si podemos seguir ofreciendo que la gente vea que no se ha muerto el murcianismo en la imaginería y vean esa continuidad, estamos satisfechos. Dicen también que erais unos escultores muy necesarios en Murcia, sobre todo muchos artistas de vuestra generación. Según ellos, la imaginería perdió su esencia en algunos puntos de España, incluso en los más importantes, quedando la Región de Murcia y su entorno muy huérfanos en ese aspecto. Por ello, en su opinión, había la necesidad de revitalizarla en un territorio donde se había quedado demasiado paralizada. SMC: Se suele decir que hay que buscar un estilo propio, que hay que innovar, y eso está muy bien pero aun así eso tiene sus riesgos y es hasta peligroso, porque uno puede crear, innovar y, en definitiva, hacer cosas nuevas dentro de algo, pero creemos que todo está inventado ya, nuestros antecesores ya se encargaron y de ello aprendemos. Estaba hasta mal visto decir que íbamos a seguir la escuela salzillesca murciana, pero creemos que se pueden aportar muchas cosas porque de una escuela, en definitiva, te quedas con las formas, pero ello no significa que no puedas crear y que no tengas tu inspiración en otros campos, como la pintura. Ahora, con el paso de los años, la gente puede comprobar que no somos imitadores de Salzillo, sino seguidores de una escuela y un estilo que nos gusta mucho, pero al que aportamos nuevas composiciones. JMC: Yo creo que somos peculiares y que la gente ha podido vernos como un caso raro. Empezamos con obras de formato pequeño, y nos llevábamos la admiración de mucha gente cuando veía nuestras pequeñas réplicas, ahora hacemos obras de gran formato en madera, eso puede que haya chocado mucho a la gente. SMC: Creo que nosotros hemos tenido siempre los pies en tierra, hemos ido aprendiendo poco a poco y hemos sabido esperar hasta poder ofrecer a la gente una obra que esté a la altura de lo que nos pedían. Cuando nos vimos capacitados para dar ese salto, lo dimos. En el año 2010 nos vinieron encargos de gran formato en madera, pero no creíamos estar capacitados para realizarlos, por lo que preferimos esperar y adquirir más experiencia antes de afrontar una obra de gran formato en madera. JMC: No nos hubiese gustado nunca haber tenido muchos años de trabajo con la madera y realizar tallas únicamente por no desaprovechar unos encargos, para luego llegar a un punto, con el paso del tiempo, en el que das un repaso a tu trayectoria y dices "¿pero qué hago yo con todo eso que he hecho antes?" Nos parecería un tormento tener imágenes repartidas por todo el mundo con las que no estás contento y que no dicen nada de nosotros. Por eso quisimos esperar y aprender más antes de realizar creaciones de gran envergadura. Es de lo que estamos más contentos, el hecho de haber ofrecido una calidad desde el primer momento en que nos vimos capacitados para ello, y también es nuestra mayor tranquilidad, ofrecer un nivel aceptable y no haber dejado el camino lleno de cadáveres que no nos iban a hacer ningún favor con el paso de los años. |
Para que la gente lo sepa, aparte del estilo murciano y Salzillo y la pintura. ¿Cuáles son vuestros referentes en general y qué inspiraciones os gusta llevar a vuestra escultura? SMC: En Murillo nos inspiramos mucho, en su obra encontramos una inspiración plena. Luego cada uno tiene una concepción de los personajes sagrados, algo que es otro punto importante. Hay veces que se suelen usar modelos naturales, pero desde nuestro punto de vista los personajes sagrados son divinos, iconos que no ves por la calle. Los modelos naturales pueden servirte para un sayón o incluso para un apóstol, pero a los personajes más sagrados se les representa con esa claridad propia de la divinidad, incluso en las pieles. Antiguamente, como vemos por ejemplo en las policromías del siglo XVIII, la gente trabajadora o de peor nivel social era morena, mientras que a la gente de bien se la representaba con la piel clara o blanca. En Salzillo se veía muchísimo esto: las divinidades con policromías claras y los personajes más secundarios con policromías más oscuras. Nosotros estos aspectos los llevamos muy a rajatabla, no concebimos representar una Virgen o un Cristo con un tono moreno u oscuro, pero tampoco blanco, porque hay veces que la policromías parecen demasiado pálidas. Nos referimos a un tono del XVIII con un punto intermedio, en el que resalta la claridad de la piel pero con matices y tonos que tengan vida. Hay que saber nacarar los tonos. ¿Sois conscientes de que estáis incluso creando escuela y de que hay artistas que están saliendo ahora bajo vuestra estela y vuestra aceptación? SMC: Pues no sé si será por nosotros que estén empezando, pero si es así, nos alegramos. Ese aspecto ya lo pasamos, fuimos ellos antes y fuimos empezando poco a poco, y si están bajo nuestra estela, es una satisfacción, ya que si aportamos algo para aprender o inspirarse, eso siempre va a ser para nosotros una alegría enorme, porque, como decimos, nosotros hemos sido ellos también y hemos tenido un principio, y todo el apoyo que se les pueda dar y nosotros podamos ofrecer, será fantástico para salir adelante. JMC: O cuando te paran por la calle y te dicen que su hijo está loco por venir a visitarnos al taller, y que está con nosotros que no vive, y te quedas un poco sorprendido con ello. Nuestro taller está abierto para todo aquel que quiera venir, aunque no tengamos aprendices en el taller ya que, con el actual volumen de trabajo, nos sería imposible tener gente en el taller para poder explicarle. Más adelante no sabemos, pero de momento nosotros no somos profesores, somos aprendices todavía y seguimos aprendiendo muchísimo. Pero sí tenéis a vuestro otro hermano que os está siempre echando una mano en el taller. SMC: Sí, nuestro hermano Bartolomé. Siempre que puede nos echa una mano, sobre todo en el lijado de las obras. Incluso también ponemos a lijar y a trabajar a algunos amigos cuando vienen. La Virgen de la Aurora, por ejemplo, tuvo a diez personas con el tema del lijado. JMC: Aparte del humor que pueda salir de estas palabras, todo el mundo sabe que en un taller se trabajan muchas disciplinas: tienes que modelar, tallar, lijar, dorar, vestir... Las imágenes salen de aquí con todo realizado por nuestra parte, hasta el dorado lo realizamos aquí: tintamos las telas para las imágenes, intentamos que la orfebrería salga diseñada por nosotros, hacemos los postizos normales que pueden llevar las imágenes y también las pelucas de tirabuzones. Somos muy cuidadosos con los detalles y eso nos obliga a aprender a hacer las cosas por nosotros mismos para que salgan a la calle como las habíamos pensado. Por ejemplo, en el San José o en la Virgen de la Aurora, los ramilletes de flores que llevan las nubes, intercalados con esos ángeles tan barrocos y bucólicos que nos gustan tanto, también los hacemos nosotros. Y es que se nos hacen interminables las horas en el taller porque nos complicamos mucho la vida. En muchos aspectos, nos han pedido la mano y, por nuestra cuenta, hemos dado el brazo. La Virgen de la Aurora, por ejemplo, nos la pidieron de un tamaño más pequeños, y nosotros, al final, la hicimos más grande por nuestra cuenta porque considerábamos que era un privilegio que nos la encargasen. Una vez metidos en faena, creíamos que se merecían ese detalle. SMC: Ellos nos dieron unas medidas porque, al parecer, era lo que medía la imagen original de Salzillo, aunque no lo sabemos seguro. Por otro lado, también vimos que para la procesión de una imagen titular, un formato superior, un poco más de tamaño, le iba a venir muy bien. JMC: Los "auroros" son un ejemplo de que poder es querer. Gente nueva y joven con ilusión que se iban a cantar por todos los sitios que les llamaban con el fin de poder recaudar dinero para la imagen. También pidieron subvenciones, ayudas a las monjas, etcétera. Cuando ves un grupo así, con tanta ilusión, y que, además, confía en ti para realizar el trabajo, es justo que cada uno ponga de su mano porque, al fin y al cabo, con ello salimos ganando todos. Ellos consiguieron su Virgen y a nosotros nos situó muy bien ese trabajo, y como hemos dicho anteriormente, gracias a esta imagen nos salió el encargo del San José para Almería. La imagen de la Virgen de la Aurora iba a ser de la mitad del tamaño que con el que finalmente se ha realizado, fue lo presupuestado, pero al final, la realizamos al doble del tamaño que nos pidieron. No podemos dejar de mencionar las dos imágenes para el seminario de Murcia, tanto la Inmaculada Concepción como el San José con el Niño, pero sobre todo la Inmaculada por la valoración que hizo el historiador José Antonio Díaz Gómez en la sección "Opinión del Experto" del XV Premio La Hornacina, aún pendiente de entrega. Creemos que fue una valoración preciosa de la obra y que resumió muy bien el carácter de vuestro trabajo y trayectoria hasta el momento. SMC: Muy cierto eso que dices porque, cuando leímos lo que escribió, nos sentimos muy identificados. Supo captar lo que hemos hablado antes sobre que seguimos una escuela que tiene ese punto pictórico. Nos alegró mucho su valoración y nos hizo mucha ilusión, la verdad. El texto fue una preciosidad. JMC: Me sumo a lo dicho por mi hermano e insisto en que el texto fue una preciosidad. Las imágenes de San José y la Inmaculada también fueron a raíz de la Virgen de la Aurora, que fue un punto de inflexión. La gente necesita ver obras para confiar y decidirse, y si, aparte, hay valoraciones como las de José Antonio, pues... SMC: También queremos agradecer a La Hornacina, porque ahí fue donde la gente vio las obras de las que estamos hablando. Es verdad que nosotros podemos publicar las obras en nuestras redes personales y demás, pero La Hornacina llega a todos. Creo que hay muy poca gente que nos siga a nosotros y no sean seguidores también de La Hornacina. |
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Nuestra Señora de la Aurora para Lorca. Obra premiada |
Debemos también mencionar a la persona que os entrega el premio, el historiador del arte murciano Alejandro Romero Cabrera. Teníamos muy claro, desde un primer momento, que iba a ser Alejandro quien os lo diera y él aceptó encantado el encargo. Además de ser colaborador nuestro desde hace muchos años, sabemos que es una persona muy especial y un apoyo muy importante para vosotros. SMC: Alejandro fue un apoyo muy importante en nuestra carrera, lo sigue siendo y, si Dios quiere, lo será, aparte de un buen amigo. La verdad es que Alejandro es como si fuera de nuestra familia. Otra recompensa que también tiene este trabajo es la gente que te trae a tu vida, entre ellos Alejandro, y muchos más, y para nosotros es un privilegio tenerlos porque son increíbles todos. JMC: Alejandro tiene sus compromisos como los tenemos todos, pero viene al taller todo lo que puede, y entra y sale como uno más porque lo consideramos de la casa. A Alejandro lo conocimos cuando no teníamos redes sociales y trabajábamos nuestras miniaturas. Él ha vivido todo nuestro proceso, ha estado cuando no teníamos taller y en la apertura de nuestro taller hace dos años, ha participado en las creaciones desde que eran un simple dibujo. Y nos pasa también con muchos amigos cercanos, a los que les enseñan los procesos de las esculturas y los van viviendo contigo, y claro, eso hace que en las bendiciones o cuando se entregan las imágenes, ellos lo sientan como algo suyo también. La verdad es que tenemos un grupo de amigos que son un tesoro. Insisto en la popularidad de vuestras creaciones. Aparte de las mencionadas, hemos publicado el Cristo del Rescate o Santa María Magdalena, también con mucho seguimiento y sin dejar indiferente a nadie, y eso que ambas son iconografías muy interpretadas a las que hay que dar muchas vueltas de tuerca para no caer en parecidos existentes que pudieran dar lugar a las comparaciones de las que hablábamos antes. SMC: En el caso del Cristo del Rescate, la advocación también es complicada porque puedes caer en un simple Cristo de vestir que no transmita nada. Son obras que parecen muy fáciles cuando son todo lo contrario. Debes hacerlo con una unción tremenda para que tengan fuerza. Puede ir muy bien vestido y adornado, pero, si no transmite esa fuerza y esa unción, sobre todo en el rostro, que hacen llevar a la devoción, es un fracaso total. Y bueno, hablando de la aceptación que tienen nuestras obras, queremos seguir teniendo los pies en tierra y saber que no siempre puedes gustar a todo el mundo. Esto es así y creemos que es lo normal, pero es cierto que recibimos mucha aceptación y eso, en realidad, es una suerte. JMC: En el caso del Cautivo, que fue para Cehegín (Murcia), el chico que lo encargó vino diciéndonos las pautas que quería para la imagen: recto, sereno, con la mirada al frente y sin mucho castigo, que fuese una imagen dulce. Fue una imagen en la que teníamos que ajustarnos a los que nos pidió, y optamos por la sencillez y la expresividad. Creemos que ese fue el secreto de que esa imagen gustara tanto. Poco a poco, se le ha ido creando un ajuar, y el chico que lo encargó lo tiene en su domicilio, porque allí en Cehegín, aunque las imágenes sean de las cofradías, se guardan en las casas particulares. Cuando llegan los cultos se las llevan a las iglesias, y también cuando salen en procesión, pero luego, durante el resto del año, están en las casas. Aunque os dedicáis mucho a la talla completa, no sé si compartís la opinión de muchos de vuestros compañeros cuando dicen que una imagen de vestir también tiene mucho trabajo porque debes crear un efecto de ilusión al simular un cuerpo que en realidad no existe, lo cual tiene una dificultad que mucha gente no entiende. SMC: Claro que estamos de acuerdo. De todas formas, nosotros pensamos que aunque la obra no esté bien terminada ni refinada, la anatomía por dentro tiene que estar aunque sólo sea la forma. Para nosotros eso es importantísimo. Creemos que el movimiento de la imagen y de las ropas tiene más sentido si existe una anatomía debajo, es más natural, es como una norma que tenemos en las imágenes que realizamos. Y aparte, cuando la vistes, tratas de imitar los pliegues que tendría en la talla. JMC: Un candelero mal hecho es un perchero y creo que es lo más feo del mundo. Si no trabajas bien el cuerpo de una escultura donde el mayor porcentaje es la ropa que tiene que asentar para crear ese movimiento y ese efecto, esa escultura no va a ningún sitio. Las imágenes de vestir muchas veces son una trampa, porque pueden tener muy buena orfebrería, telas, etcétera, pero si no es buena, eso no perdura, y de eso la gente se da cuenta. Por eso a nosotros nos gusta cuidar mucho esos detalles, aunque no se vean. La imagen tiene que salir del taller lo más perfecta posible en su concepción y acabado. Y ya con el tiempo, con los adornos habituales que suelen llevar, ya irá diciendo por sí misma lo que puede llegar a valer. SMC: A todo esto, yo creo que las imágenes de vestir son un arma de doble filo porque una talla puede ser muy buena, pero como vaya mal vestida eso te la tira por tierra. Y suele verse en muchas ocasiones. El doble filo sería esto: imágenes muy buenas que no tienen la indumentaria adecuada o bien puesta, e imágenes de menor valor que suelen estar muy bien arregladas siempre, lo cual las ponen en valor. JMC: También hay muchas veces que ves hacer anatomías no propicias para que las ropas sienten bien a la imagen, y luego hay que estar usando rellenos para dar opción a que la vestimenta diga lo que tiene que decir. Imágenes que no tienen caderas ni traseros, y que dan la sensación de no estar acabadas en su interior, y hay que conseguir el efecto que se quiere usando guatas y rellenos. Del San José hemos hablado mucho, pero quería destacar un comentario que nos llegó sobre que reconciliaba a Almería con la escuela levantina tras muchos años de inspiración sevillana, pues a pesar de ser una provincia andaluza, Almería siempre ha tenido mucho vínculo cultural y artístico con el Levante. Esta figura la aproxima un poco más a esa influencia que tuvo siempre tanto la ciudad como la provincia almeriense. SMC: De hecho, cuando hemos compartido los días de presentación de la imagen, nos han comentado que ellos se sienten muy murcianos, nos lo dijeron bastantes personas, quizás por eso han sentido al San José como algo muy propio y lo han valorado muchísimo. JMC: Y que además Almería contaba con imágenes espectaculares de Francisco Salzillo, y no me refiero solo al Nazareno de Huércal-Overa, sino que tenían imágenes espectaculares y composiciones de Salzillo que fueron destruidas y se quedaron sin ellas. Esa espina la tenían en su historia, y claro, al llegar el San José, ha sido acogido de la forma que hemos comentado, les ha encantado. Para terminar nos gustaría saber los proyectos que tenéis y que se puedan comentar. SMC: Hay varias tallas de madera para Murcia y provincia. Tenemos una Santa Ana para el convento murciano de las Anas, una talla que medirá 130 centímetros e irá con la Virgen Niña para una composición muy pictórica y novedosa. También tenemos una Santa María Magdalena para las clarisas de Lorca, también en talla completa. Tenemos pendiente un Ecce Homo sedente para Mula, se puede decir de la Humildad y Paciencia para que más o menos os hagáis una idea, y que además presidirá el altar mayor de Santo Domingo. También una Dolorosa de talla completa que medirá igualmente 130 cm, más o menos. Aparte, tenemos que hacer una imagen de la Divina Pastora para nuestro barrio, ya que tiene a San Antón pero no una advocación mariana, y con ella pretendemos recuperar esta advocación mariana que en Murcia existió en el vecino barrio de San Antolín, que está a nuestro lado. Queremos echar el resto con la Divina Pastora en una composición de esas que nos gusta a nosotros. Además también tenemos que realizar dos ángeles lampareros para Almería. JMC: Y ahora para Navidad tenemos mucha demanda de nacimientos. Los encargos para particulares son un mundo vivo y a nosotros nos suelen llegar muchos de belenes, el problema es que este aspecto lo trabajamos desde septiembre hasta las mismas fechas navideñas, ya que ocupa mucho tiempo y no podríamos sacar las demás piezas. Si nos lo propusiéramos, solo haríamos belenes, podríamos ser belenistas. Aparte de esta broma, no podemos plantearnos dejar de hacerlos, sobre todo por la ilusión con que los clientes vienen a encargarlos. Es algo que mueve mucho una casa en esas fechas. Nos gustaría seguir siendo partícipes del mundo del belén, aunque no podamos hacer tantos como nos gustaría. Teníamos encargado tres para las próximas navidades, pero debido al gran trabajo que nos ha llevado el San José de Almería, han tenido que quedarse parados. Pues solo nos queda daros otra vez la enhorabuena, las gracias a Alejandro por su participación y a vosotros también las gracias por la confianza que habéis depositado en el portal desde un primer momento. Creemos que con el XIV Premio La Hornacina habéis demostrado que se puede hacer arte contemporáneo mirando el estilo de tiempos pasados y que todo el mundo es libre a la hora de elegir el modelo artístico que le apetezca. SMC y JMC: Daros las gracias a vosotros tanto por dejarnos mostrar nuestra obra y la de todos los imagineros en esa ventana increíble que es La Hornacina, como porque, aunque los imagineros aportemos mucho a la página, creemos que más nos aportáis vosotros a nosotros con vuestro trabajo. Y como hemos dicho antes, gracias a La Hornacina, llegó el encargo del San José para Almería. Muchas gracias a vosotros siempre. |
Nota de La Hornacina: Nuevamente damos las gracias a todos los internautas que, con su participación, han hecho posible la concesión de este premio, cuya entrega se ha demorado considerablemente en esta edición debido a la pandemia derivada del COVID-19. Las fotografías son de Joaquín Zamora (obras) y de Sergio Cabaco (estudio). |
Detalles del Premio y la Encuesta en este | ![]() |
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