Jesús Abades y Sergio Cabaco
No dirás que este año no esperabas recibir el premio por el Cristo de la Universidad. Pues no, rotundamente no. Para mí ha sido toda una sorpresa ya que hablamos de una obra que no está hecha para el aplauso de la mayoría ni es entendible para mucha gente. Es una obra elitista a la que solo puede llegarse mediante estudios previos sobre la Sábana Santa y el Sudario de Oviedo que permitan su total comprensión. En caso contrario, uno puede pensar que es una talla en la que todo queda en lo anecdótico, cuando es todo lo contrario: ni la sangre ni demás detalles de la misma que pueden resultar truculentos para algunos han sido puestos ahí caprichosamente ni como recursos fáciles para causar un impacto al que la mira. ¿Cómo valoras las reacciones ante la concesión del V Premio La Hornacina? Muy satisfactorias, más incluso para sus cofrades que para mí, ya que para ellos la entrega de esta obra, cuya primera salida procesional fue un gran éxito de público, ha sido ver materializada una realidad sin referentes en el campo de la imaginería procesional, pues hablamos de una obra que representa deformidades, asimetrías e hinchazones no compatibles con el concepto clásico de escultura, donde todo se idealiza; más aún en el campo de las imágenes hechas para procesionar, especialmente las andaluzas. Dicha salida y la obtención de este premio ha supuesto un reconocimiento por el público que ha enriquecido o reafirmado dicha realidad. También es cierto que el Cristo de la Universidad, al igual que ocurre con el Hombre de la Síndone, parte de un rostro amable que el espectador sabe reconstruir gracias a la capacidad que tiene el ser humano de recrear imágenes completas aunque se hallen desfiguradas, como en este caso sucede con la mitad izquierda del rostro; no así la derecha, que se mantiene casi intacta y transmite lo que fue la noble belleza de Jesús antes de su martirio. ¿Ha cumplido, por tanto, la obra premiada todas las expectativas que estaban puestas en ella? Yo creo que las ha cumplido enormemente. Es más, hasta me da miedo que pueda ser una obra que se mitifique en exceso. Con este Cristo se da un resultado muy visceral: o se siente un amor enorme hacia él, o un rechazo igual de profundo. Un fenómeno similar ocurre con la imagen impresa en la Sábana Santa. Ten en cuenta que Jesús nunca deja indiferente a nadie, ya en vida siempre estuvo rodeado por la polémica. ¿Podría considerarse el Jesús del Amor en su Prendimiento que acabas de realizar para Écija (Sevilla) como un antecedente del cordobés Cristo de la Universidad? Jesús del Amor es un Cristo especialmente naturalista, tal y como quería la pro-hermandad que le da culto, pero que no sigue la iconografía heredada de los imagineros clásicos, sino la fisonomía de la Síndone, actualizada en los últimos años gracias a las nuevas tecnologías y a los estudios más exactos de los que disponemos, por eso no lo considero exactamente en la misma línea del Crucificado de la Universidad. Sus cofrades, para los que también realizaré el misterio completo y que ya poseen una Dolorosa de mi maestro Francisco Buiza, aceptaron la propuesta que les hice sobre su concepción y el resultado pienso que ha sido muy afortunado. En la conferencia que daré sobre la obra, con motivo de su presentación en Écija, explicaré los dos objetivos que se han logrado con ella: por un lado, ofrecer una nueva aportación o versión histórico-científica del retrato de la Síndone, y por otro la escenificación realista de un momento tan importante para la Pasión de Cristo como es el Prendimiento, especialmente por los síntomas que desde ese momento padeció Jesús como consecuencia de los instantes previos en el Huerto de los Olivos. La hematidrosis no solo revela un estado de miedo tremendo, sino también deja unas terribles secuelas en la piel: la llamada "púrpura psicogénica"; una extrema sensibilidad que hizo que, durante la Flagelación, reventara literalmente por todos lados; fiebres altas; edemas; debilidad capilar... Síntomas todos ellos que vienen recogidos en el Evangelio de San Lucas, cuando habla de "gotas de sangre que caían hasta el suelo" y que han quedado inmortalizados en esta escultura para Écija. ¿Es entonces el Nazareno que has hecho para Vélez-Málaga (Málaga) y que piensas presentar en la Cuaresma del próximo año, una continuación de la obra ecijana? No, en este caso hablamos de una obra que busca más el contacto directo con la gente y sigue, por así decirlo, un tipo más popular. En este Nazareno no vemos las hemorragias en epsilon ni la autenticidad de los regueros de sangre que se dan en el Cristo de la Universidad. Ni siquiera conecta con la visión más historicista del Nazareno del Cerro (Sevilla) o del Cristo del Monte Calvario (Málaga). Es una obra más cercana al espectador como, por ejemplo, el Cristo de las Penas de Almería o el de la Redención de Málaga, un Crucificado este último que ofrece una línea de gran finura que seguirá uno de los proyectos que tengo en cartera: el Cristo de la Expiración para la Cofradía de las Siete Palabras de Zaragoza. Más inmediato a éste será otro proyecto de Cristo expirante para la localidad malagueña de Cártama, del que ya tengo hecho un boceto a dibujo. |
Detalles del Cristo de la Universidad de Córdoba |
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¿Qué esperas transmitir con la Dolorosa de la Caridad que vas a realizar para Alcalá de Guadaíra (Sevilla)? El otro día presentamos el modelo en barro de esta obra que va a ser, por encima de todo, una Dolorosa procesional para una hermandad de barrio, con las características tan peculiares que eso conlleva; más aún en este caso donde, partiendo de una idea propia, debo tener en cuenta una encuesta realizada entre los alcalareños para averiguar qué tipo de Virgen quieren ver ellos pasear por las calles. Por lo tanto, ni será una imagen seria, desgarrada o rota por el dolor, pero para mí, por lo anterior, constituirá otro auténtico reto. La idea es realizar una Virgen Madre que no envejece al ser una "Enamorada de Dios", una Virgen representada joven aunque con cierta madurez pero sin que la misma suponga deformaciones en su rostro. Una Virgen con rasgos finos que vendría a ser una fusión de la Victoria de las Cigarreras y la Esperanza Trinitaria, ambas de Sevilla. Acabas de restaurar el Cristo de la Vera Cruz, una obra perteneciente a las Cofradías Fusionadas de Málaga. Sí, está previsto que esta complicada restauración se presente el 9 de marzo del próximo año 2012 en el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Nuestro propósito ha sido intentar recuperar la obra tal y como se encontraba antes de ser parcialmente destruida en la Guerra Civil, para lo cual ha sido necesario eliminar todas las adiciones posteriores y quedarnos con los fragmentos originales del XVI, que no son pocos, lo que nos ha permitido recuperar detalles como franjas de oro primitivas en el sudario. Lo que se conservaba era suficiente para reconstruir con coherencia y fidelidad el Cristo, sin contar con la documentación fotográfica. El original, tallado en pino del lugar de no muy buena calidad, se encontraba totalmente carcomido, de ahí que fuese completamente enlienzado y recibiera una nueva policromía en el siglo XVII, que es la que hemos querido recuperar, si bien la obra sufrió una gran reforma en el XVIII para colocarle faldellín, corona de orfebrería y peluca, para lo cual se mutiló la corona de espinas original, tallada en el cráneo, y se volvió a repolicromar. Para la reconstrucción matérica, en la que hemos empleado madera, y polícroma, hemos tomado como referencia al Cristo de las Vigías de Vélez-Málaga, una imagen con la que el Cristo de la Vera Cruz presenta gran afinidad de estilo. De la intervención efectuada en 1991 por Óscar San José hemos conservado un recurso técnico que sí fue muy brillante: la estructura interna de acero que posee la talla para darle estabilidad a lo conservado. Otra restauración reciente ha sido la del Nazareno del Gran Poder de Isla Cristina (Huelva). En este caso hemos consolidado la peana y los ensambles, realizado un tratamiento para eliminar la pudrición parda que ha aparecido en una de las piernas y recuperado el tono original de policromía, similar a la que posee el Cristo sevillano de la Paz, obra también de Antonio Illanes. La policromía de esta gran talla de Isla Cristina tenía oscurecimientos y desgastes en algunas zonas, probablemente por limpiezas excesivas o inadecuadas. ¿Cómo va el asunto del monumento a Juan Pablo II? ¿Se sabe ya su ubicación definitiva? Las últimas noticias, dadas a conocer por Diario de Sevilla, apuntan a que, definitivamente, va a ubicarse en la Plaza Virgen de los Reyes. Esperemos que sea así y que todo vaya bien, ya que será el sitio ideal para el pontífice, ahora también beato: un entorno único y bellísimo, junto a la Catedral y al Palacio Arzobispal, sobre un pedestal que dispondrá de una base para que, todos los que quieran, puedan tener alcance a la figura. En el pedestal figurarán cartelas con imágenes de todos los santos y beatos que existen en Sevilla y su provincia. Por último, Juan Manuel, además de darte la enhorabuena, nos gustaría saber qué más proyectos profesionales te aguardan, además de los mencionados. Uno de los más ilusionantes a nivel artístico es la realización del cuerpo completo del Hombre de la Síndone. También la magna exposición sobre la Sábana Santa, que tendrá carácter internacional, viajará por varios países y, probablemente, se inaugure en el trascoro de la Catedral de Málaga el próximo mes de febrero. También en el año 2012, aunque en este caso el mes de abril, se celebrará en Valencia el I Congreso Internacional de la Sábana Santa, del que seré partícipe y en el que intervendrán las mayores autoridades en el campo de la Síndone. |
Detalles de Jesús del Amor en su Prendimiento de Écija (Sevilla) |
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Nota de La Hornacina: Nuevamente damos las gracias a todos los internautas
que, con su participación, han hecho posible la concesión de este premio.
Fotografías de Juan Manuel Miñarro, Valentín Moyano y Sergio Cabaco
Detalles del Premio y la Encuesta en este |
www.lahornacina.com