Jesús Abades
"Cuando acabo una obra siempre estoy deseando empezar la siguiente"
Háblanos de tus inicios en la profesión artística. Los típicos en estos casos. Empiezan de pequeño en mi pueblo, Mairena del Alcor, modelando cositas con barro y plastilina. Especialmente me gustaba modelar las figuritas de los belenes. Para mí entonces era todo como un juego. Luego de mayor comencé a trabajar como carpintero y realizando cerrajería artística antes de entrar en la escultura. Fueron dos circunstancias las que me llevaron a ello: unos amigos y paisanos que estudiaban en Sevilla capital Artes y Oficios y me animaban a que yo también cursara esos estudios y, sobre todo, conocer a mi maestro Luis Álvarez Duarte a raíz de las importantes restauraciones que llevó a cabo en mi cofradía mairenera de la Vera Cruz. En el taller de Luis entré en octubre de 1993 y ahí comenzó todo a nivel profesional. ¿No tenías experiencia escultórica antes de tomar contacto con Álvarez Duarte? Casi ninguna. Solo en temas de vaciado y por esa relación que te ha comentado con mis amigos estudiantes de Artes y Oficios. Tenía hecha algunas cosas, lo más destacable unos arcángeles que hice con resina para la Cruz de Mayo de mi hermandad. Luis fue mi gran maestro, con él lo he aprendido todo. Muchos dicen haber aprendido con él, sin embargo solo te reconoce a ti como discípulo. Yo trato de ser siempre muy respetuoso con todo el mundo, por eso procuro no valorar las declaraciones de los demás. Que eso lo diga el propio Luis, por supuesto, me vanagloria, ya que admiro y respeto profundamente a mi maestro. Para mí, como decía mi padre que en paz descanse, es y ha sido todo un orgullo y procuro demostrárselo día a día con mi trabajo. ¿Sigues colaborando frecuentemente con él en su estudio de Gines? Desde luego, sigo muy vinculado con su taller. Ten en cuenta que a Luis lo considero un miembro más de mi familia. Debo puntualizar que mi colaboración con él se ha limitado siempre a los trabajos de restauración y a labores puramente técnicas, ya que para Luis su creación es algo tremendamente personal. Entre las restauraciones suyas en las que he intervenido están las de la Cofradía del Gran Poder (los dos titulares), la del Cristo del Museo y las de la Cofradía de la Esperanza de Triana. La policromía del "caballo de Triana" que figura en la delantera del paso, por ejemplo, es mía; ya que la anterior, como toda la figura, estaba muy deteriorada. Cada experiencia profesional con Luis es muy bonita y toda una lección. |
Virgen de la Estrella |
San Juan Evangelista |
¿Cuál de las obras clásicas en cuya restauración has colaborado te ha impresionado más? La de Jesús del Gran Poder. Yo creo que no fue solo por el arte que representa, sino también por su carga devocional. Tener tan cerca un icono universal, una imagen tan venerada y con una autoría tan histórica fue algo realmente bonito e impresionante. Es muy difícil expresarlo con palabras. ¿Consideras que, tras más de 20 años de aprendizaje, has desarrollado un estilo propio y evolucionado? Las formas aprendidas con mi maestro Luis siempre van a estar ahí. Es algo, además, que sale de manera natural cuando trabajo, porque me he formado todo ese tiempo a su lado. Por supuesto, cada vez tengo más conocimientos propios. Eso también es algo natural que se adquiere poco a poco con el tiempo, sobre todo al trabajar por tu cuenta. Yo pienso que, a la hora de valorar una obra, su categoría artística debe ser lo principal; luego, si se adquiere un sello identificativo, pues mejor que mejor. Y a lo largo de ese tiempo, ¿con qué obra te han sentido más satisfecho personal y artísticamente? Te diría, en principio, que con todas las que he hecho. Reconozco que, con los años, uno ve muchas diferencias y muchos progresos en su trayectoria, pero eso precisamente se debe a cada trabajo realizado. Por tanto, también te diría que la obra que más me satisface es siempre la última o la penúltima, ya que la evolución se proyecta siempre hasta el último encargo. Nunca me falta la ilusión y eso es muy importante en este trabajo. Yo cuando acabo una obra siempre estoy deseando empezar la siguiente. Además de la escultura, también te dedicas a la pintura. Sí, yo fundamentalmente me dedico a la imaginería pero me absorbe el arte en general. Me gusta mucho ver el arte de otros compañeros, acudir a exposiciones y estar atento a las últimas tendencias artísticas. Mi estilo pictórico es realista y figurativo, pero también me atrae mucho el impresionismo por su rapidez y los efectos lumínicos que consigue y la abstracción por lo que tiene de sugerente. Mis pinturas están dedicadas sobre todo al retrato y al paisaje y he organizado muestras con ellas en Mairena y Lucena. Tanto en pintura como en escultura has representado con frecuencia varias personalidades -Antonio Mairena, Rocío Jurado- y motivos relacionados con el flamenco. Hombre, es que en Mairena del Alcor hay un gran arraigo con el flamenco, con el cante jondo, y es normal que un artista de la tierra tenga obras relacionadas con ello. La verdad es que la pintura me aporta también muchos beneficios artísticos. También hago cartelería; en Mairena, por ejemplo, he hecho varios carteles para Semana Santa. Además, cultivar tanto el dibujo me ayuda con la escultura. |
Antonio Mairena |
Pintando la Calle Castillo |
Es bastante interesante tu boceto para el monumento-homenaje al tristemente desaparecido deportista Antonio Puerta. ¿Por qué no se llevó finalmente a cabo? Si te digo la verdad, no lo sé. Era un homenaje que quería rendir la Ciudad Deportiva de la capital hispalense al futbolista del Sevilla. Fue un trabajo en grupo, un proyecto escultórico-arquitectónico que realicé junto a mis tres hermanas, las tres arquitectas y con estudio en Mairena. El jugador estaba inmortalizado sobre unas gradas que simbolizaban la afición sevillista, en la pose de marcar el famoso gol de la victoria, al lado de un pilar con el escudo del club que iría realizado en acero y con un niño a sus pies, símbolo de la cantera futbolística. Más proyectos se presentaron, pero nosotros al menos no recibimos resolución. La respuesta, por así decirlo, vino con la inauguración del monumento que ahora vemos. Por cierto, bastante parecido al nuestro. A diferencia de otros compañeros de la provincia, nunca te has trasladado a Sevilla capital. No, en Mairena del Alcor tengo mi casa, mi estudio y todas las comodidades. Salvo en los meses de verano, cuando me traslado a Estados Unidos con mi esposa, donde me dedico a pintar y descansar, estoy aquí. Y vivo muy feliz. Resido en pleno centro, con el taller muy cerca. Las cosas me van muy bien en Mairena. Tu mujer es estadounidense. A lo mejor le cuesta todavía comprender un arte tan sumamente conectado con la idiosincrasia española como es la imaginería. No, ya está acostumbrada porque llevamos muchos años casados. Al principio sí que había cosas que le resultaban impresionantes ya que, por mucho que provenga de una familia católica, las cosas allí no son tan sufridas como aquí, pero ya no. Lo mismo le sucedió con las procesiones de Semana Santa. Valorar mi trabajo, eso sí, lo valoró desde un primer momento, al igual que el resto de la familia y amigos de Estados Unidos, que son los que a veces se siguen impresionando con mis obras cuando vienen a visitarme al no tener tanta relación como ella. Y ojo, ellos valoran tanto mi trabajo como el del resto de mis compañeros. Allí cuando ven potencial en algo que no sea propio, lo valoran debidamente. No lo tiran, como sucede en España. ¿En qué estás trabajando actualmente? Creo que no te faltan proyectos. Gracias a Dios, no. Estoy tallando una Virgen para Cáceres y la decoración escultórica del paso del Nazareno de Huétor Tájar, cuya restauración llevé a cabo hace algunos años. También para la provincia de Granada, en concreto para Guadix, acabó de realizar importantes trabajos de la Cofradía de la Estrella. Tengo pendientes unas cartelas para mi hermandad de la Vera Cruz, un Varón de Dolores de tamaño natural para una colección particular y la continuación de mi misterio de la Sentencia para Palencia, así como otro misterio para mi Cristo de las Siete Palabras de Torrent, en Valencia. También está prevista una colección taurina, entre otros encargos de pintura. Me gustaría mencionar otro trabajo que he terminado recientemente y ha sido una experiencia de lo más satisfactoria: la portada para el poemario de Gaspar Esteva Rodríguez, abogado y poeta fallecido hace poco, encargado por el Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos, de Motril. |
www.lahornacina.com