Primera creación a tamaño natural para procesionar del joven escultor hispalense, labrada para la Cofradía de Nuestro Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Estrella, de la localidad cordobesa de Rute. Tallada en cedro policromado al óleo, representa a Cristo entrando como mesías de los judíos en una ciudad que nunca había visto cosa semejante, pues no eran hossanas a los ramos ni bendición a ellos, sino a Jesús. Todo ello en el famoso domingo recogido, entre otros, por San Juan.

Con motivo del cincuenta aniversario de su fundación, dicha corporación ha decidido confiar en Álvaro Abrines para llevar a cabo una nueva imagen titular que sustituye a la anterior pieza seriada del año 1962, fabricada en los talleres de arte religioso del municipio gerundense de Olot.

El autor destaca de esta obra, que monta sobre el lado izquierdo del jumento mientras bendice con la mano derecha al pueblo que lo aclama, la intención de naturalidad, tanto en el animal como en el Varón, para lo cual lleva a cabo un efecto pictórico y volumétrico, alejándose de paso del canon iconográfico habitual de un Cristo complaciente y feliz para ahondar en el pensamiento de un ser terrenal a la vez que divino, plenamente consciente de su amargo destino como Hijo de Dios pese al efusivo recibimiento.