Nueva efigie de Cristo Resucitado para Guadalcanal (Sevilla), una obra que viene a sustituir al titular anterior labrado por Juan Manuel Martín en el año 2009. También será reemplazada la imagen de Santa María Magdalena, corriendo también la nueva a cargo de Fernando Aguado Hernández.

Al igual que la anterior, esta nueva escultura de la Magdalena ha sido concebida bajo la iconografía del "Noli Me Tangere", de ahí que la discípula de Cristo figure arrodillada a sus plantas, tras acudir al sepulcro para terminar de ungir el cuerpo de Cristo y lo encuentra fuera del mismo.

La imagen del Señor se halla de pie y sobre un suelo rocoso del entorno del sepulcro, de forma que su silueta aparece más terrena y cercana al fiel que si figurase en una nube, lo cual le confiere una impronta más distante y alegórica. La mano derecha se extiende hacia la santa, siguiendo los dictados de la iconografía -"No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Jn 20, 17)-, mientras la izquierda señala la llaga de su costado.

Su rostro sereno en actitud de conversación, no solo hacia la santa sino hacia todo los fieles que se acerquen a contemplarlo, quiere transmitirnos que ha muerto por nosotros y que ha dado su vida por amor a nosotros.

El Cristo Resucitado presenta los estigmas de la Pasión pero muy contenidos. No se trata de un Varón de Dolores, cuya iconografía se representa coronado de espinas, con las heridas sangrantes y abrazado a la Cruz venciendo a la Muerte; la nueva obra de Fernando Aguado es un Cristo que sí ha vencido a la muerte pero en el que queda el dolor físico marcado en sus heridas.

El sudario no lleva soga, solo lo mueve el aire ya que no es un sudario en sí, aunque lo llamemos de esta manera. Es un paño que cubre su desnudez una vez que el Santo Sudario o Síndone ha quedado en la tumba.

La imagen ha sido tallada en madera de cedro y policromada al óleo. Fue recogida del taller de Aguado en Sevilla el pasado 13 de Marzo, llegando a Guadalcanal ese mismo día, concretamente en la noche anterior al confinamiento por la pandemia del COVID-19, de ahí que su bendición se retrasase al 14 de Agosto en la Iglesia de la Asunción donde tiene su sede canónica la Agrupación Parroquial que le rinde culto.