RESTAURACIÓN DE JULIO ALCARAZ PARA GRANADA
08/03/2025
La portentosa imagen escultórica de la Soledad de Nuestra Señora, titular de la Cofradía del Señor de la Humildad, Soledad de Nuestra Señora y del Dulce Nombre de Jesús de Granada, ha regresado al culto tras cinco meses de intensiva intervención de conservación y restauración en el taller del restaurador granadino Julio Alcaraz. La obra, una impresionante escultura de 160 x 120 x 115 cm, está completamente realizada en madera de cedro, sin el uso de telas encoladas. Cada minucioso pliegue ha sido tallado a la perfección en la madera. La policromía al óleo adorna las carnaciones, el manto, el sudario, el paño del ángel, el cabello y la roca. En contraste, la túnica burdeos de la Virgen está policromada al temple de huevo, con la policromía de las carnaciones al pulimento y los ojos en cristal. Este minucioso trabajo de restauración por parte de Julio Alcaraz ha permitido que la imagen de la Soledad de Nuestra Señora recupere su esplendor original, asegurando así su conservación para las generaciones futuras y preservando su inmenso valor histórico y artístico. |
Antes de iniciar la intervención, la obra fue meticulosamente analizada por su restaurador para identificar las causas de los deterioros activos, que incluían inclemencias meteorológicas, una atmósfera contaminante y principalmente reacciones químicas sobre las policromías, provocadas por la aplicación, en una intervención del pasado, de una mezcla inadecuada de solventes sobre la policromía de temple de huevo en el vestido burdeos de la Virgen, lo que resultó en la disolución del aglutinante de huevo y la pérdida de cohesión de los pigmentos, llevando a la degradación y pulverulencia de la policromía. Tras las conclusiones obtenidas de los análisis pertinentes, Julio Alcaraz inició la intervención. |
La restauración comenzó con una profunda limpieza superficial y la fijación de toda la policromía. Posteriormente, se llevó a cabo una limpieza química para eliminar suciedad, humo, repintes generalizados, reintegraciones desbordantes y una gruesa capa de barniz oxidado. Una vez eliminados todos los añadidos y barnices, se pudo acceder a fisuras y grietas para su consolidación. Seguidamente, se estucaron todas las pérdidas polícromas y se realizó la reintegración mediante la técnica del rigatino. Se aplicó una capa de protección final y, utilizando cristal fundido, el restaurador creó dos lágrimas perdidas de la Virgen y otras dos del ángel. Además, confeccionó nuevas pestañas de pelo natural para ambas esculturas, cuidando que los tonos de los pelos intercalados coincidieran con los de las cejas de la policromía. |
Tallada por Manuel González Santos hacia 1880, la Soledad es una interesante representación de la Virgen al pie de la cruz, sedente y atribulada sobre una peña tras haber enterrado a Cristo, con los brazos extendidos en señal de congoja ente el fatal destino del hijo. La mano derecha, semicerrada, sujeta el sudario de Jesús. Las carnaciones en brillo contrastan con la severidad de los paños. La cruz es de tipo arbóreo y formas cilíndricas. Un ángel pasionario, labrado también por González Santos, se sitúa a la izquierda de la imagen con unas tenazas en sus manos. Manuel González Santos (Granada, 1766-1848) creo su mejor imagen con esta talla, inspirada en los famosos modelos de Torcuato Ruiz del Peral. Una copia en barro realizada por el artista se conserva en el Museo de Bellas Artes de Granada, y existe otra versión similar a la que nos ocupa, pero representando la Piedad, en una colección particular granadina. |
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