Desde el pasado 30 de julio luce en los jardines de la plaza vallisoletana de Portugalete el Monumento al Cofrade realizado por el escultor madrileño Óscar Alvariño, ganador del concurso convocado el pasado año 2019 por la Concejalía Delegada del Área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid.

El proyecto de Alvariño, titulado Luz, tenía como objetivo, siguiendo las bases del concurso, una escultura en bronce para su colocación al aire libre en la ciudad de Valladolid que sirviera de homenaje a los integrantes de las cofradías que constituyen la organización ciudadana básica de la Semana Santa vallisoletana, declarada de Interés Turístico Internacional. De esta forma, el Ayuntamiento de Valladolid reconoce la labor ejercida por los cofrades a lo largo de la historia, tanto desde el punto de vista cultural como social.

El monumento, cuya inauguración oficial tendrá lugar el próximo 14 de septiembre, representa bajo los cánones de un riguroso realismo figurativo a dos integrantes del cortejo de una cofradía, una niña y un adulto. La niña, con el rostro sin cubrir, da luz al adulto que lleva la cabeza tapada por el antifaz y el capirote, captando así un instante habitual de las procesiones de Semana Santa. El autor simboliza con este tipo de personajes el relevo generacional y la cada vez mayor integración de la mujer en las hermandades de penitencia.

La galería fotográfica de la noticia, realizada por Marcos Valdespino, se acompaña de dos detalles del modelo en barro del nazareno tomados por Alvariño en su estudio-taller, con el fin de profundizar en los detalles de los rasgos físicos y la minuciosidad de las ropas, fruto del naturalismo de gran pureza que caracteriza al autor.