La escultora e imaginera gaditana vuelve a realizar una Virgen Dolorosa bajo la advocación de María Santísima del Dulce Nombre; en este caso, encargada por un grupo de antiguos alumnos del colegio de las Madres Carmelitas de San Fernando (Cádiz), los cuales fueron impulsados por una de las religiosas, llamada Dulce, que lamentablemente ha fallecido antes de ver concluida la imagen. En homenaje a la hermana Dulce, los antiguos alumnos quisieron ponerle su nombre a la Dolorosa, así como el color azul de sus ojos.

Esta Dolorosa niña, de aspecto muy idealizado a pesar de los rasgos naturalistas que detallaremos a continuación, se bendijo en la capilla del colegio el pasado mes de septiembre con motivo de su festividad. El templo se encontraba repleto de gente vinculada con las reverendas carmelitas, así como de cofrades isleños que esperaban expectantes ver la nueva imagen de Ana Rey. Desde entonces, la Virgen se encuentra al culto en la capilla y tiene un horario especial de visita los martes por la tarde.

En cuanto al aspecto técnico de la obra, se trata de una talla vestidera en madera de cedro, a tamaño natural, con el cabello recogido a la altura de la nuca y policromía al óleo de acabado mate para un mayor naturalismo; a lo que contribuyen también otros elementos como las pestañas de pelo natural, las dos lágrimas de cristal en sus mejillas, la lengua tallada en el interior de la boca, entreabierta, y los dientes de material protésico. La ropa ha sido diseñada por David Calleja, que ha sido y será su vestidor para próximos cambios.