Ana Josefa Pérez Florido, conocida con el nombre religioso de Madre Petra de San José (1845-1906) nació en la localidad malagueña de Valle de Abdalajís y fue fundadora de la Congregación de Madres de Desamparados bajo la protección de San José de la Montaña. Comenzó su labor al servicio de los más necesitados en 1873, emitiendo sus votos temporales ocho años más tarde en la parroquia veleña de San Juan Bautista, templo donde ha sido bendecida y recibirá culto esta imagen del artista Alejandro López Aragüez.

El autor, natural de Vélez-Málaga y afincado desde hace años en la ciudad de Sevilla, ha querido resaltar con este simulacro la absoluta entrega de la religiosa, su disponibilidad y su amor a los niños y a los ancianos, eje central del quehacer de su congregación fundacional. La Madre Petra de San José falleció con fama de santidad en Barcelona, el 16 de agosto del año 1906. Fue declarada Venerable por el Papa Pablo VI y beatificada en Roma por el también ya Beato Juan Pablo II en el año 1994.

La presente obra, realizada en diversos materiales -predominando la madera y las telas encoladas- mide 150 cm de altura, sin contar los atributos de orfebrería. Se alza de pie sobre una peana de base cuadrada, con cierto aire de movimiento en su actitud. Baja su mirada a los fieles que la contemplan, ofreciéndoles a estos la cruz del Santo Rosario en su mano izquierda, como signo inconfundible de Dios.

La Madre Petra de López Aragüez se nos muestra como una buena mediadora entre Dios y los hombres. En su mano derecha, apoyado a la altura de las caderas, porta un libro o breviario para sus oraciones con el que, al mismo tiempo, se ayuda para recoger su capa. En el pecho luce el original escudo de la Congregación de Madres Desamparados y San José de la Montaña, centrado por la imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia. Todo su hábito es negro a excepción del tocado blanco que enmarca el rostro.