El resultado del proyecto (ver enlace), bendecido esta mañana en la Parroquia de La Milagrosa de la capital hispalense, es una talla apolínea que recuerda las creaciones del imaginero sevillano Antonio Illanes por la nobleza viril de sus rasgos y la peculiar elaboración de la barba y la cabellera al modo mesino.
 
En la línea del jerezano Señor de la Entrega, bendecido el pasado marzo para una nueva corporación de la pedanía de Guadalcacín, Jesús de la Esperanza pertenece a un nuevo modelo pasionista del autor en el que el cruento expresionismo de obras anteriores está dejando paso a una mayor delicadeza y armonía de líneas.

La cabeza, torsionada hacia la derecha, presenta un rostro de facciones hebreas. Pese a la resignación que emana del semblante, una lágrima resbala de los acuosos ojos ante el sacrificio venidero. La abundante melena oscura cae hacia la izquierda en afilados mechones y se reparte caprichosamente sobre la espalda.

La anatomía de Cristo maniatado es afanosa, elaborada con precisión en pies y manos, pormenorizando con insistencia los detalles de la musculatura, tendones y venas. El hombro derecho y parte del torso quedan descubiertos, lo que unido a la austeridad de la túnica y la carencia de preseas refuerza el dramatismo de un simulacro que gana en dinamismo al ser recreado itinerante, adelantando con decisión los pies calzados.

Pulsando en el icono, podrán ver más fotografías de una escultura de talla completa para vestir que saldrá el próximo 25 de octubre en procesión extraordinaria. Para más información sobre el boceto en barro y el grupo procesional del que formará parte, les remitimos al enlace que acompaña la noticia.