Los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas organizan, desde el pasado 12 de octubre, una gran exposición dedicada a la pintura producida en la ciudad de Bruselas entre la muerte de Rogier Van der Weyden y el surgimiento de un nuevo espíritu artístico reflejado en la obra de Bernard van Orley. La muestra, titulada El Legado de Rogier Van der Weyden, tiene como objetivo proporcionar una visión general de lo que fue la producción pictórica en Bruselas a finales del siglo XV y principios del XVI.

En ese momento Bruselas estaba en auge. Los duques de Borgoña eligieron el Palacio de Coudenberg como residencia favorita, el cual se rodeó de hoteles de dignatarios de la corte y nobles familias, como los Nassau o los Ravenstein. Todos ellos desempeñaron plenamente su papel como principales mecenas de las artes.

Entre los pintores activos entonces en Bruselas, Colyn de Coter es el único con obras firmadas que se conservan en la actualidad. Gracias a un documento de archivo, sabemos que Aert van den Bossche pintó un tríptico encargado por el gremio de zapateros de la Iglesia de San Nicolás; ahora disperso entre tres museos y que merece ser mejor conocido. Pieter van der Weyden, que había heredado el prestigioso taller de su padre Rogier, es mencionado varias veces en los archivos; sin embargo, no sabemos de ningún trabajo de su mano.

Hay, por tanto, muchas obras sin firma ni documentación, pero con gran influencia de Rogier van der Weyden; algunas llevan la mención "te bruesele" ("hecho en Bruselas"), y otras los monumentos de la capital belga, como la Catedral de Santa Gudula. Dichas obras se atribuyen a artistas como el Maestro de Santa Gudula, el Maestro de los Retratos de los Príncipes, el Maestro de la Vida de José o Maestro de Affligem, el Maestro de Orsoy, el Maestro de la Leyenda de Santa Bárbara, el de la Leyenda de Santa Catalina, el de la Redención del Prado (el presunto Vrancke van der Stockton) y el del Follaje Bordado. Todos ellos no recibieron el respeto de la crítica, y al igual que sus contemporáneos de Brujas, han sido llamados "pequeños maestros".

La exposición El Legado de Rogier Van der Weyden se basa en un proyecto de investigación dirigido durante cuatro años por Griet Steyaert, restaurador y doctor en Historia del Arte, especialista en los seguidores del maestro Rogier van der Weyden y autor de una tesis sobre el Maestro de la Leyenda de San Catalina. Steyaert acaba de terminar la restauración del Tríptico de los Siete Sacramentos de Rogier van der Weyden.

Además del Maestro de la Leyenda de Santa Catalina, otros dos pintores se han beneficiado en los últimos años de un estudio exhaustivo: Colyn de Coter y el Maestro del Follaje Bordado. Otras personalidades artísticas son menos conocidas, aunque algunas de sus obras han sido objeto de una investigación más concienzuda.

Mientras que la pintura flamenca ha captado el interés de los investigadores y ha sido objeto de numerosas publicaciones y exposiciones, la Escuela de Bruselas de finales del siglo XV ya no se benefició de un amplio estudio después de la exposición celebrada en 1953 en el Museo Municipal de Bruselas. En general, los estudios se han centrado principalmente en la problemática de las atribuciones: las características estilísticas que han identificado a estos pintores siempre han sido medidas por el rasero de Roger Van der Weyden, haciendo hincapié en el desarrollo narrativo y el gusto por el detalle decorativo; por el contrario, ha habido pocos intentos de poner de relieve las características individuales de estos "pequeños maestros" de Bruselas.

Las últimas investigaciones de Steyaert se han centrado en el estudio del Maestro de la Redención del Prado, del de la Leyenda de Santa Bárbara, del de Santa Gudula y del de la Vida de José; aunque también considera las principales obras de otros artistas activos entre finales del siglo XV y principios del XVI en Bruselas. Basándose en los resultados de dichas investigaciones y en los estudios existentes, El Legado de Rogier Van der Weyden tiene como objetivo proporcionar una visión general de lo que fue la producción pictórica en Bruselas durante ese periodo, abordando la cuestión tanto desde puntos de vista históricos, iconográficos, estilísticos, técnicos y económicos, como desde la organización del trabajo y la ejecución de la copia exacta.

La exposición trata de responder a preguntas como: ¿Qué pasó con el prestigioso taller de Rogier van der Weyden después de su muerte? ¿Qué otros talleres pueden ser identificados y cuál es su importancia? ¿Para quién y para qué mercado -nacional o extranjero- se produjeron estas obras? ¿Hay temas iconográficos típicos de Bruselas? ¿Cuál fue el impacto de Hugo van der Goes, que vivió y trabajó en los últimos años en la Abadía del Monasterio Rojo, cerca de Bruselas? ¿Cómo debemos entender la producción "en serie" de algunas tablas? ¿Podemos destacar soluciones innovadoras realizadas por los maestros de Bruselas y, por tanto, se puede hablar de una escuela de Bruselas de la pintura de finales del siglo XV?

Los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas atesoran un gran número de pinturas y algunas obras clave de esta época. Los préstamos de varios museos de Europa y el gobierno de Estados Unidos, así como de colecciones privadas enriquecen la muestra El Legado de Rogier Van der Weyden, que podrá visitarse hasta el 26 de enero de 2014. Hay que reconocer la generosidad del Museo de Melbourne, que ha cedido el Tríptico de los Milagros de Cristo, una obra maestra pintada en la Bruselas del siglo XV. La exposición se acompaña de una publicación científica que presenta los resultados de las investigaciones y pruebas de los diferentes especialistas.