NUEVA OBRA DE ANTONIO BERNAL REDONDO PARA VIVEIRO (LUGO)
21/03/2010
La Hermandad del Prendimiento de la localidad lucense de Viveiro tiene previsto que esta talla completa de San Pedro procesione en un futuro junto a las figuras de una mujer acusadora, un judío y un gallo, todas ellas también labradas por el imaginero cordobés siguiendo la misma técnica escultórica. De momento, el santo desfilará solo el próximo Jueves Santo, a partir de las 22:30 horas, en la llamada Procesión del Prendimiento, entre el grupo escultórico popularmente conocido como El Beso de Judas y una efigie del Ecce Homo que data del siglo XVII.
Este simulacro en cedro del Apóstol, de 194 cm de altura, merece estar entre lo más destacado del autor hasta el momento. La talla cobra un elegante movimiento gracias al avance de la pierna derecha y al suave enderezamiento del torso, al tiempo que el brazo izquierdo se extiende hacia detrás, en actitud de fuga, y la mano derecha queda extendida sobre el pecho. Este último detalle se debe a las acusaciones vertidas sobre su relación con el Maestro, ahora preso por los verdugos, pues el santo está representado en el pasaje de las Negaciones y Lágrimas.
Policromado al óleo y al temple de huevo, las vestiduras poseen estofados en oro fino. Para la túnica blanca, de pliegues alatonados que recuerdan los usos de la escuela castellana, se han elegido mayormente motivos florales y símbolos propios de la iconografía del santo, caso de las llaves o el gallo que cantará tras sus tres negaciones, tal y como profetizó Jesús. En el caso del mantolín verde, rematado con flecos dorados, el autor optó por un rayado de formas asimétricas que le da un insólito efecto moirè, estando su firma impresa en una orilla de la prenda.
El estudio anatómico de un varón maduro y judío, reducido a la cabeza, manos y pies calzados con sandalias, logra resultados de gran mérito. El curtido semblante queda enmarcado por cabello y barba grisáceos, con las cuidadas ondulaciones tan propias del estilo de Bernal. Igualmente acertado es el tratamiento de su expresión, trasluciendo el santo su remordimiento a través de los labios contraídos, el ceño fruncido, las lágrimas que brotan con amargura y la mirada de unos ojos verdosos que se antoja perdida y vacía por la traición que acaba de cometer hacia Cristo.
Nota de La Hornacina: Pulsando en el icono, accederán a una galería fotográfica
de la obra realizada por el prestigioso fotógrafo cordobés Manolo Gómez.
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