Nueva obra del pintor malagueño Raúl Berzosa para la Iglesia del Salvador de Toledo. Ha sido encargada por una congregación religiosa llamada Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina, y lleva por título Corazón Inmaculado de María de Fátima. Sus medidas son 130 x 195 centímetros, y está realizada mediante la técnica del óleo sobre lienzo.

En la pintura se representa la aparición de la Virgen de Fátima y el Niño Jesús a Sor Lucía en Pontevedra, según los textos de la religiosa. Se busca con la escena que el espectador forme parte de la misma, viéndose en la situación de Lucía ante la solicitud de reparación que, tanto el pequeño Jesús como su Madre, reclaman a quienes les ofenden. Ofensas simbolizadas en el corazón espinado de María.

Hay una representación maternal en la obra. El Niño Jesús, cubierto con un paño azul, aparece sobre una nube luminosa agarrado por la Virgen María, la cual se halla vestida con el atuendo típico de su advocación: ropas blancas, ceñidor y cordón de oro -rematado por una bola dorada, símbolo de su realeza, que pende hasta la altura de la cintura- y una estrella dorada de seis puntas.

La estrella es la llamada Estrella del Creador, pues alude tanto a los seis días en los que Dios creó el mundo, como a sus seis atributos divinos: Poder, Sabiduría, Majestad, Amor, Misericordia y Justicia. Tras ambas figuras vemos unos rayos, a modo de Sol, que simbolizan el llamado Milagro del Sol de Fátima, todo ello en una atmosfera caracterizada por el empleo de tonos ocres y grises por parte del artista.