Nueva imagen de San Miguel Arcángel, realizada por el joven artista giennense José María Bonilla Garrido para la Cofradía de la Divina Pastora de las Almas, con sede en la Parroquia de San Ildefonso de Jaén.

La obra, de 90 centímetros de altura, se halla modelada en terracota dorada, estofada y policromada al óleo, y acompaña a la Virgen Pastoreña, talla atribuida según recientes estudios al escultor e imaginero granadino Manuel González, en su procesión por las calles de la ciudad andaluza.

El santo, príncipe de la milicia celestial, sigue, espada en mano y con las alas desplegadas, la tradicional iconografía de su lucha contra el demonio, emblema del mal en el cristianismo, el cual se halla simbolizado en esta pieza por la inhabitual representación de un lobo, considerado animal maléfico en siglos pasados.

Junto a la armadura, en la que aparecen elementos celestiales como el sol y la luna, vemos otro elemento inusual en esta clase de simulacros: el calzón típico de los pastores, en alusión a la titular mariana de su corporación.