Escultura de Jesús Cautivo realizada por encargo de una colección privada de Málaga. Es obra de vestir, de un tamaño inferior del natural (mide 115 cm de altura), con policromía al óleo, empleando en su ejecución el escultor e imaginero sevillano la terracota (manos y cabeza) y la madera de cedro (cuerpo y peana).

El autor refleja por encima de todo la forma en que Cristo sufre resignado su cautiverio. La cabeza inclinada, las manos atadas que se cruzan por delante del cuerpo, y la dulce mirada absorta en sus pensamientos ante el sacrificio que le aguarda, totalmente ajeno a las acusaciones que lo llevarán al patíbulo. En la galería fotográfica aparece ataviado por Jesús Tamayo y tocado con potencias cinceladas por Francisco Rivero.

La galería incluye también más instantáneas del busto de la Virgen Dolorosa a tamaño natural en terracota policromada que presentamos el pasado 11 de abril y que finalmente ha sido adquirido por un particular de Córdoba. Al igual que la hechura del Cautivo es una imagen de raigambre clásica y suave modelado.