La última obra del escultor e imaginero cordobés es una escultura de vestir que lleva por título Señor de la Paz en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Ha sido tallada a tamaño natural en madera de cedro real, con acabados de policromías al óleo, y ojos de cristal y pestañas superiores de pelo natural en su mascarilla.

Se trata de una de las mejores creaciones llevadas a cabo por el artista hasta el momento, sobresaliendo la expresividad del rostro de Jesús. Es la quinta interpretación que Cabello realiza de dicha iconografía, siendo en este caso encargada por la Parroquia de la Inmaculada Concepción del municipio cordobés de Benamejí.

Cristo a horcajadas en el burro se muestra entusiasmado por el recibimiento del pueblo judío, al que bendice como un Mesías victorioso y benévolo. Las palmas que le extienden a su paso no son solo señal de bienvenida, sino también un símbolo de la condición de primer mártir de Jesús, modelo de todos los demás.