Con este simulacro de la Virgen con el Niño bajo la advocación de Santa María del Castañar, el municipio cacereño de Casas del Castañar, ubicado en la comarca del Valle del Jerte, recupera el culto a su patrona, perdido en el siglo XIX. Hasta esa fecha el patronazgo de la localidad lo ostentaba una antigua talla románica, a la que ahora sustituye esta última obra del joven escultor e imaginero de Dos Hermanas (Sevilla).

La figura representa a María llevando en brazos al pequeño Jesús, sujetando ambos el atributo del santo rosario. Las medidas son 130 cm (Virgen) y 32 cm (Niño). La escultura infantil y la cabeza y las manos de la Madre están realizadas en terracota, policromada a base de finas veladuras al óleo. También cuentan ambos con pestañas superiores de pelo natural. La Virgen es imagen de vestir, con cuerpo y candelero de madera, y posee además brazos articulados para variar su postura y colocar mejor la indumentaria.

Con la presente efigie el autor ha querido plasmar belleza y dulzura, creando una pieza letífica que tiene también notable espiritualidad y cercanía con los fieles. Pese a su juventud, Carlos Zafra va consiguiendo sacar un estilo propio basándose tanto en el clasicismo, como en el naturalismo propio de la imaginería actual, y por supuesto del estilo que sigue aprendiendo de su maestro, el reconocido artista cordobés Antonio Bernal.