La exposición González Beltrán. Esculturas propone un recorrido por la obra de uno de nuestros exponentes más relevantes de la plástica de las últimas décadas a través de obras de diferentes colecciones, que permiten apreciar en su totalidad los procesos de creación y trabajo del artista en los últimos años.

El medio centenar de obras reunidas permite un recorrido por los tipos y figuras más característicos del escultor, conectados, como señalan varios de los textos del catálogo de la muestra, a través de vínculos sutiles pero plenos de significado, como el poderoso simbolismo de los mitos y la propensión humana a afrontar desafíos imposibles, la fragilidad del equilibrio que enlaza a Ícaros y Bufones o los múltiples significados que se asocian a los dominios de lo femenino y, sobre todo, a la maternidad.

La convivencia entre ambas lecturas, temática y temporal, y las interrelaciones entre los distintos tipos toman como premisa la reflexión del escultor sobre lo humano o, más precisamente, sobre la creación artística de lo humano, patente en todas las colecciones.

En este camino, González Beltrán (Murcia, 1948) interpela constantemente a la realidad y al tiempo y, como resultado, compone un tiempo escultórico propio que se expone a nuestra mirada. Como señala el estudioso Luis Puelles, "las obras de González Beltrán nos permiten tomarlas desde diversas perspectivas en las que es la experiencia de la temporalidad la que aporta el sentido más preciso a su poética".

Es desde esas perspectivas como se hacen visibles también las variaciones de un proceso artístico que se caracteriza por un constante esfuerzo renovador de la figuración. Un proceso en el que ha ido madurando su lenguaje plástico hasta desembocar en uno privativo que caracteriza inconfundiblemente su obra.