Se trata de un misterio del nacimiento de Jesús para la Parroquia de la Encarnación de Constantina (Sevilla). Las imágenes de San José y la Virgen María tienen una altura de 140 cm y la del Niño de 35 cm. Han sido realizadas en madera de cedro en su totalidad, con ojos de cristal y pestañas superiores de pelo natural.

Las figuras del pesebre son las que suelen despertar una mayor simpatía en el público por la gracia de los personajes, de ahí que, además de la belleza de los rostros, apreciemos unos candorosos gestos y una vistosa policromía, que acercan el conjunto a los simulacros quiteños, herederos de la tradición hispana del barroco.