La intervención ha sido llevada a cabo sobre una escultura de vestir, labrada en 2007 por el propio Galo Conesa, que representa a Jesús Nazareno camino del Calvario, cargando la cruz sobre el hombro izquierdo. Recibe culto en la parroquia de la pedanía murciana de San Ginés, procesionando en la noche de jueves Santo.

Las tareas han tenido como objetivo fundamental la mejora de esta singular figura de tamaño natural en madera policromada, de ahí que haya sido intervenida de talla por su propio autor y recibido un nuevo proceso de policromado a cargo de Julia Bermúdez, Licenciada en Bellas Artes.

Tras los trabajos el Nazareno muestra una policromía más aceitunada y enriquecida en matices -acentuándose especialmente el dramatismo mediante los regueros de sangre que, ahora, se pierden por el busto-, así como nuevas lágrimas de cristal en sus mejillas y pestañas de pelo natural en los párpados superiores.

Con su mirada cabizbaja, el Nazareno busca la complicidad del espectador para transmitir sensación de sumisión y pena. Sus manos y piernas no resisten el madero, de ahí el ligero arqueo de su cuerpo hacia delante. Acaba de dar un paso al mover su pierna izquierda, creando de esta forma sensación de movimiento.