Cuatro ángeles pasionarios para la decoración escultórica del nuevo paso procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una imagen de los talleres madrileños Santarrufina (hacia 1954) restaurada en 2009 por el artista cordobés Antonio Bernal Redondo, que es titular de una hermandad de penitencia desde el año 2008 y recibe culto en la iglesia del hospital que lleva su nombre de Villanueva de Córdoba.

Los angelitos han sido labrados en terracota policromada y cada uno mide unos 50 cm de altura. Son de tipo pasionario no solo por las expresiones de sus rostros, que van del llanto a la melancolía, sino también por llevar varios elementos utilizados en la Pasión de Cristo: flagelos, titulus crucis, clavos y martillo, y la corona de espinas. Las peanas han sido talladas por Rubén Luna Perea, tallista de Hinojosa Del Duque.