Nuestra Señora de la Piedad, imagen encargada por la Hermandad de San Juan Evangelista del municipio murciano de Caravaca de la Cruz. Se trata de una Dolorosa de 170 cm de altura y rasgos algo demacrados. Llora desconsolada e inclina la cabeza a su derecha, mientras con una mano en el pecho muestra al espectador el mayor de sus Dolores, simbolizado en la espada clavada en el corazón.

El semblante de la obra, labrada en madera para vestir, presenta los ojos caídos y la mirada baja, pupilas pintadas en tono marrón y cejas curvadas en forma de "S", donde se concentra el dramatismo de su aflicción, así como labios abiertas que dejan ver en su interior los dientes y la lengua tallados. Policromada al óleo con carnaciones marfileñas, la Virgen posee pestañas postizas y cinco lágrimas de cristal en sus mejillas.