Nacimiento

Se trata de la primera representación del escultor e imaginero portuense sobre el referido tema. Labrado en terracota policromada, alcanza una altura máxima de 40 cm. El autor no lo ha pensado ni tratado para encajar dentro de ninguna escenificación ni paisajes belenísticos; se trata de una pieza basada en la escultura barroca andaluza, y no en las corrientes belenistas. San José se halla representado como un hombre de edad avanzada, como era común en el Renacimiento, el Barroco y las tradiciones cristianas ortodoxas. La posición del Niño nos puede recordar la del Cristo de la "Piedad" de Miguel Ángel, lo que constituye una premonición de su destino. Herrera se aleja de los misterios de María y José adorando al Niño en los que el santo figura en segundo plano; en este caso, José obtiene toda la atención sosteniendo a Jesús y realzando su importancia en la historia.

San Agustín

También se estrena el artista recreando al obispo de Hipona con un busto que es, a la vez, un retrato de su padre. Pieza realizada en terracota patinada imitando el bronce, de estilo barroco y tamaño natural, en la que el santo, uno de los doctores de la Iglesia, aparece solemne y ataviado con las ricas prendas propias de su rango episcopal, plasmadas por Daniel Herrera con gran realismo ornamental.